En distintos idiomas existen formas de decir que uno de los efectos de la intoxicación alcohólica es hacer que otras personas parezcan más atractivas. En español se usan expresiones como “a la segunda copa se van los feos (o las feas)” y en inglés se habla de los “beer goggles” o anteojos de cerveza.
Sin embargo, un estudio publicado hoy en el Journal of Studies on Alcohol and Drugs muestra que este efecto no existe; pero también muestra que beber alcohol sí hace más probable que te acerques a personas que ya consideras atractivas.
Aunque suene extraño, no es esta la primera vez que se analiza de manera científica este supuesto efecto alcohólico; sin embargo, el nuevo experimento fue un paso más allá de lo que se había hecho en investigaciones anteriores, que se limitaban a pedir a los participantes que calificaran el atractivo de los demás, estando sobrios o ebrios, con base en fotografías.
El nuevo experimento, que fue llevado a cabo en el Centro Stanford de Investigación en Prevención, partió también de las fotografías pero permitió que los participantes —todos varones— decidieran a quiénes querían conocer en persona de ciertas personas fotografiadas, y este factor sí fue afectado, dependiendo de si los participantes habían o no bebido alcohol.
Los resultados mostraron que cuando bebían, los participantes tenían 1.71 veces más probabilidades de seleccionar a una de sus cuatro personas a las que consideraban más atractivas para conocerlas, en un estudio futuro en comparación con cuando se encontraban sobrios.
Según el estudio, hecho con sólo 18 participantes, beber alcohol no altera la percepción, sino que mejora la confianza de los hombres, quienes se animan a conocer a las personas que les parecen más atractivas.
“Las personas que beben alcohol pueden beneficiarse al reconocer que las valiosas motivaciones e intenciones sociales cambian cuando beben de maneras que pueden resultar atractivas a corto plazo pero posiblemente perjudiciales a largo plazo”, dijo Molly Bowdring, investigadora principal del estudio.
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