La escasez de agua es un problema que afecta a los países pobres, pero entre más rico es un país, más sediento se vuelve.
La demanda en el consumo de agua para la industria, al igual que de energía son similares, a mayor crecimiento se transforma y aumenta el patrón de uso del recurso.
Al respecto, cuando hay escasez, la problemática se agrava en dos sentidos primordialmente, el primero, hay un desequilibrio en el ecosistema que repercute en los habitantes y todos los seres vivos; el segundo, frena la inversión y repercute directamente en la economía.
Existen lineamientos que protegen y regulan el uso del agua en las industrias, sin embargo, no son suficientes para proteger las reservas hídricas, que en su mayoría, se encuentran sobreexplotadas.
La industria tiene un gran papel en relación con el crecimiento económico, pero también con el medio ambiente, pues para manufacturar la mayor parte de los insumos que consumimos, se requieren de inmensas cantidades de agua.
Para muchas empresas, la disponibilidad y el acceso a los recursos hídricos es un factor determinante al momento de las decisiones sobre invertir o instalarse en una determinada región.
Según la agencia Stratford, el estrés hídrico es un factor que podría detener el desarrollo de la economía, además de las implicaciones para la población y el entorno, a lo cual tendría efectos de salud y desarrollo negativos.
Actualmente, el Índice de Estrés Hídrico se encuentra al 132%, mientras otros estudios llegan a señalar hasta 182% de la oferta, es decir, se consume más agua de lo que naturalmente se repone. https://bit.ly/1FX6wfH
El Sistema Nacional de Información del Agua (SINA) señala que la industria representa el 4.2% del uso consuntivo del agua, y lo obtiene directamente de ríos, arroyos, lagos y acuíferos. https://bit.ly/2jnGM8g
No obstante, aporta el 30% del PIB, diez veces más que el sector agrícola, el cual consume el 76.7% de lo concesionado para uso consuntivo, así lo indica la OCDE. https://bit.ly/2jckZgz
Por otro lado, de seguir las prácticas actuales de uso de los recursos hídricos, afectarán principalmente a las economías emergentes como Brasil, China, India y México, quienes demandarán cada vez más agua.
El daño ocasionado por la actividad industrial debido a la creciente población y la concentración de industrias eventualmente ocasiona un empobrecimiento del hábitat como de la población presente.
El agua es un recurso frágil y vital, a diferencia de los metales o el petróleo, que alguna vez era renovable naturalmente, hoy se marca un punto de inflexión entre lo que se consume y lo que se regenera.
Para hacer frente a esta problemática se deben considerar ciertos factores, el primero consiste en el pago justo por el consumo, para darle el valor correspondiente a la demanda, lo siguiente, debe ser la utilización adecuada de la infraestructura, que en muchas ocasiones no es la correcta o es obsoleta, lo que reduce el aprovechamiento.
Por último, debe haber mejoras en la Ley de Aguas Nacionales para garantizar calidad y cantidad en la seguridad hídrica, además de reintegrar al subsuelo suficiente líquido para sanar los mantos acuíferos. Asimismo, las empresas deben estar obligadas a reducir o reutilizar el agua a fin de eficientizar y minimizar el impacto en el entorno. *Analista en temas de Seguridad, Justicia, Política y Educación *Si deseas recibir mis columnas en tu correo electrónico, te puedes suscribir a mi lista en el siguiente vínculo: https://eepurl.com/Ufj3n