En medio de lo que representa una pelea político-electoral, el senador Lindsey Graham presentó un proyecto de ley que propone prohibir los abortos a nivel nacional tras 15 semanas de embarazo.
La secretaria de prensa, Karine Jean-Pierre, emitió un comunicado e insistió en el compromiso de los demócratas de restaurar las protecciones federales para el derecho al aborto. “Los republicanos en el Congreso se concentran en quitarles los derechos a millones de mujeres”, señaló.
Para los demócratas ha resultado efectivo, en los últimos meses, asegurar que si los republicanos recuperan el control de Washington, continuarán con los intentos de establecer una prohibición federal del aborto. A partir de esto, el registro de mujeres votantes aumentó, de cara a las elecciones intermedias en dos meses.
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En los estados en disputa electoral, los republicanos están tratando de sortear las críticas ante una creciente reacción por la decisión de la Suprema Corte que hace tres meses anuló la sentencia Roe vs Wade y con ello el derecho constitucional al aborto. Ante estas presiones, una facción dentro del partido considera que deben imponerse prohibiciones absolutas al aborto, y hay otra, como la del senador Graham, que considera que no debe ser una prohibición tan extrema.
Pero el líder de la minoría del Senado, Mitch McConnell dejó en claro que los republicanos no tienen prisa por debatir la propuesta de Graham, y añadió que la mayoría de los senadores republicanos quieren dejar el tema a los estados.
La propuesta, de la que el senador no pudo obtener un respaldo previo, incluye excepciones para el incesto y violación, y para salvar la vida de la madre si está en peligro por una condición física. También incluye
una posible sentencia de cárcel de cinco años para cualquier proveedor del servicio que viole la prohibición.
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