Cargas de trabajo mal distribuidas, estilos de liderazgo negativo, violencia laboral entre los pares o del líder hacia su equipo de trabajo, jornadas poco sanas, mala ergonomía y estrés laboral, son factores que promueven el riesgo ocupacional, advierte Erika Villavicencio Ayub, de la Facultad de Psicología (FP) de la UNAM.
Tras el estudio en el laboratorio de Salud Ocupacional en organizaciones mexicanas, resalta que en los últimos veinte años se han normalizado las malas condiciones de trabajo y el impacto en la salud es, en muchos casos, irreversible.
“México tiene índices de estrés laboral importantes, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos México ocupa el primer lugar en estrés laboral, seguido de Japón y Estados Unidos. Es de los países que más horas trabaja, con menos índices de productividad y pocos días de vacaciones”, refiere la investigadora.
Señala que las condiciones laborales tóxicas derivan en trastornos orgánicos, físicos, psicológicos y de relaciones interpersonales: “hay una afectación a nivel social y familiar, un problema de México entero, ya que si se enferman más, hay ausentismos, accidentes, trastornos de sueño y alimentación; tampoco tienen un desarrollo organizacional, ni una forma de trabajo en pro de los trabajadores”.
Para Villavicencio el reto es atender el desconocimiento que hay sobre la norma (NOM-035), ya que hay países latinos que ya llevan 10 años en atender esta problemática. Por el lado de los patrones y las empresas el reto es, por un lado, llevar a cabo la norma estratégicamente para que se vuelva una inversión y medir cómo impacta en la productividad o buscar el mero cumplimiento.
La investigadora considera que lo primordial es sensibilizar a todos empezando por el equipo gerencial y directivo, implementar un comité donde haya varios involucrados, que dé el impacto necesario, establecer una política de prevención de riesgos psicosociales, con obligaciones para ambas partes, promover un entorno organizacional favorable y sumarse a un ambiente de no violencia laboral.
En octubre pasado, el presidente Andrés Manuel López Obrador envío al congresista norteamericano Richard Neal, presidente de la Comité de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes una carta donde le explica detalladamente las acciones que emprende México en materia laboral y solicita acelerar la ratificación del T-MEC en este país.
“Debo destacar que, atendiendo a las inquietudes expresadas por ustedes… he instruido al secretario de Hacienda y Crédito Público para que solicite a la Cámara de Diputados y a las legislaturas locales un incremento del presupuesto inicial en sus distintos rubros y etapas a fin de garantizar que éste sea suficiente… La Secretaría del Trabajo y Previsión social (STPS) y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) solicitarán la aprobación de 69 millones 336 mil 589 dólares para 2020, mismo que estará destinado a la creación de las nuevas instituciones en materia laboral y la implementación de las reformas aprobadas”, se aprecia en el texto dado a conocer desde Washington DC, Estados Unidos, por el subsecretario para América del Norte, Jesús Seade Kuri.
En la misiva, el mandatario indicó que se dará cumplimento de un calendario en tres etapas, tendiendo como ejes la transición hacia un nuevo sistema de justicia laboral, la recuperación de la democracia sindical y la negociación colectiva auténtica, así como la creación de nuevas instituciones en materia laboral.RB
ES DE INTERÉS