En el mundo hay 1.7 millones de niños y niñas que viven con VIH, el 46% de ellos, es decir, casi 800 mil, no están recibiendo tratamiento, alertó un informe conjunto de Start Free, Stay Free, AIDS Free, ONUSIDA.
La situación de los infantes con VIH es especialmente delicada porque aunque representan el 15% de todas las muertes relacionadas con el SIDA, el 50% de los bebés infectados por el VIH morirán antes de su segundo cumpleaños debido a la falta de tratamiento.
La iniciativa de las organizaciones actúa en 23 países, de los cuales 21 —localizados en el continente africano— son considerados prioritarios debido a la enorme presencia de casos de VIH y sostiene que la brecha de tratamiento para los niños comienza con la incapacidad de identificarlos rápidamente.
En 2020, sólo el 67% de los lactantes en los países prioritarios recibieron la prueba virológica del VIH recomendada dentro de los dos primeros meses de vida; además, la pandemia de la Covid-19 complicó el diagnóstico oportuno.
Las desigualdades son alarmantes: los niños tienen casi un 40% menos de probabilidades que los adultos de recibir un tratamiento que salve vidas”, sostuvo Shannon Hader, directora ejecutiva adjunta de programas de ONUSIDA.
En ese sentido el informe señala que a nivel mundial, el 54% de los niños que viven con el VIH recibieron terapia antirretroviral en 2020 frente al 74% de los adultos con la misma condición.
Durante el 2020 en los 21 países prioritarios, el informe indica que vivían 620 mil infantes con VIH que necesitan tratamiento antirretroviral, pero que no lo obtuvieron.
De 2015 a 2020 —tiempo de operación de la iniciativa— hubo un descenso del 24% en las nuevas infecciones por el VIH entre niños en los países prioritarios, frente a la bajada del 20% observada en todo el mundo.