Fuerzas Especiales del Ejército han desactivado más de 250 artefactos explosivos improvisados, que habían sido sembrados como minas antipersonales por grupos de la delincuencia en caminos de terracería, casas y bodegas abandonadas en Aguililla, Tepalcatepec y Cualcoman, en Michoacán.
Los militares que fueron desplegados en estas localidades, desde finales de enero han detectado los artefactos enterrados a 10 centímetros de profundidad, los cuales causaron la muerte de un campesino y heridas graves en su hijo.
De acuerdo con las autoridades, fue el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) quien colocó los explosivos para evitar el ingreso de sus rivales con los que se disputa este territorio.
El Grupo de Respuesta a Emergencias y la Brigada de Fusileros Paracaidistas realizan labores todos los días para localizar, retirar y destruir los artefactos que han sido elaborados con un tubo de metal relleno de pólvora y fragmentos metálicos.
Hasta ahora, la mayoría de los explosivos se han encontrado en seis kilómetros de la comunidad de Naranjo de Chila, todos separados por 150 metros de distancia.
“No sólo se han encontrado en la orilla, también hemos visto en el interior de la comunidad”, señaló un mando militar a cargo de la operación.
Tras la llegada del Ejército a Aguililla, presuntos integrantes del CJNG se habrían replegado en Colima, donde se han enfrentado al grupo de Los Mezcales, quien mantenía una alianza con Nemesio Oseguera “El Mencho”, líder del Cártel Jalisco Nueva Generación. MAAZ
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