Entre las muchas ventajas del ejercicio, se encuentra el control de la depresión, y estudios recientes han demostrado que no hace falta un tiempo prolongado de actividad física para obtener los resultados.
Una nueva investigación publicada en JAMA Psychiatry arrojó que si bien quienes cumplieron la duración mínima de ejercicio recomendada por organizaciones de salud pública tenían un riesgo 25% menor de depresión, las personas que hacían la mitad de actividad aún tenían un riesgo 18% menor. Con estos números, los investigadores determinaron que si las personas menos activas pudieran cumplir con el nivel recomendado de actividad física, se evitarían hasta el 11 % de los casos futuros de depresión, aunque ninguna cantidad de ejercicio es despreciable.
La conclusión fue obtenida con 15 estudios de población en los que participaron casi 200 mil personas, y si bien aún no se ha establecido una relación directa y cuantificada entre los índices de depresión y el ejercicio, se ha demostrado que esta actividad ayuda a diferentes funciones cognitivas y de salud mental.
Actualmente, la depresión es la causa principal de la carga de enfermedades relacionadas con la salud mental y es una de las principales causas de discapacidad en todo el mundo, ya que afecta aproximadamente a 280 millones de personas.
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