Sin duda, 2021 será un año que quedará marcado en la historia por la alta inflación que se observó en varios países. De manera particular, en México ésta mantuvo una tendencia al alza desde enero de 2021 y su nivel más que se duplicó al cierre del año. La general aumentó de 3.15% en diciembre de 2020 a 7.36% en el mismo mes de 2021. Por rubros, la subyacente pasó de 3.80% a 5.94% y la no subyacente de 1.18% a 11.74% en los mismos meses. Con ello, la inflación anual en 2021 fue la mayor desde el año 2000, incluyendo a sus dos componentes.
Por su parte, la inflación de EU alcanzó el 7.04% en diciembre de 2021, registrando un nuevo máximo desde junio de 1982. Los precios de energía continuaron registrando el mayor avance, aunque se desaceleraron respecto a noviembre (29.3% vs 33.3%), en particular los de la gasolina (49.6% vs 58.1%). Por su parte, la subyacente, que descuenta el precio de los alimentos y energía, aumentó a 5.5%, el mayor nivel desde febrero de 1991.
En este mismo sentido, la inflación de la Eurozona se aceleró por sexto mes consecutivo a un máximo histórico de 5% en diciembre. Con ello, también se marcó el sexto mes en que la inflación se mantuvo por encima del objetivo del BCE de 2.0%. Los precios de la energía volvieron a reportar un crecimiento importante (26% vs 27.5 % de noviembre). Por otra parte, el índice subyacente aumentó 2.6% en su comparación anual.
Los factores que provocaron este comportamiento fueron varios y mucho tuvieron que ver con la pandemia. En primer lugar, ante las medidas sanitarias que restringieron la movilidad de la población, la fabricación de bienes e insumos se redujo, lo que, aunado a una creciente demanda, derivó en la escasez de algunos de ellos. En segundo lugar, la congestión en varios centros portuarios se agudizó debido a que los transportistas redujeron sus fletes a causa de la pandemia. Ante ello, las empresas empezaron a sufrir retrasos en el plazo de entrega de suministros, lo que terminó afectando su producción. Estos dos eventos provocaron una reducción importante de la oferta y, por consiguiente, derivaron en un incremento de los precios de los bienes.
Por si esto fuera poco, a finales del tercer trimestre del año estalló una crisis energética en Europa y Asia, que provocó el incremento del precio internacional de los productos energéticos, debido a que la baja oferta de algunos de ellos, como el gas natural, suscitó la sustitución entre ellos, lo que derivó en una escalada generalizada de sus cotizaciones.
Twitter: @Janneth_QuirozZ