Edomex lidera desapariciones de menores de edad
Las principales causas asociadas a la desaparición de estos menores son la trata, en diferentes modalidades, y el feminicidio
En promedio trece niñas, niños y adolescentes desaparecen de su hogar cada día en Estado de México, entidad que concentra uno de cada cinco delitos de este tipo en el país, esto según el último informe de la Red por los Derechos de la Infancia (REDIM) y la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas Desaparecidas (CNB).
Las principales causas asociadas a la desaparición de estos menores son la trata, en diferentes modalidades, y el feminicidio, aunque el crecimiento de grupos del crimen organizado ha incrementado este fenómeno con fines de reclutamiento.
Datos de este análisis demuestran que las niñas y adolescentes de 12 a 17 años de edad con una complexión delgada, estudiantes y sin antecedentes penales son el grupo más vulnerable a este tipo de delito, especialmente por la doble discriminación que sufren por razones de género.
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La información de este reporte señala que la trata con fines de explotación sexual es el destino de la mayoría de las niñas menores de 13 años desaparecidas en esta entidad, mientras que el reclutamiento para grupos criminales lo es para los varones de 14 a 17 años.
Aunque la situación es generalizada en toda la entidad, las menores que viven en municipios de la Zona Metropolitana del Valle de México, como Tlalnepantla, Chimalhuacán o Ixtapaluca, son aún más vulnerables debido a los altos niveles de violencia en esas localidades.
Los datos señalan que las organizaciones criminales involucran a los varones más jóvenes en los delitos de género como explotación, abuso sexual y feminicidio, mientras que las niñas o adolescentes que son reclutadas por estos grupos -con la promesa de incorporarlas al negocio- se convierten en víctimas de violencia en donde sus cuerpos son utilizados como “campo de entrenamiento”.
El informe también demuestra que estas desapariciones ocurren a plena luz del día, lo que contradice la versión oficial sobre cómo este riesgo aumenta durante la noche; de hecho, los datos de REDIM demuestran que la mayor parte de estos delitos ocurrieron entre las 6 y 18 horas cuando las menores realizaban tareas cotidianas.
Los especialistas recalcaron que es importante conocer estos perfiles para romper los estereotipos que entorpecen la búsqueda de estas menores, así como evitar la revictimización de este tipo de casos, en donde muchas veces se mezclan factores de violencia previa, intimidación y coerción por parte de los agresores.
Por ejemplo, la idea de que estas menores escaparon con algún amigo o pareja solo es cierta en dos de cada 10 desapariciones, e incluso en algunos de esos casos se ha detectado que la víctima fue parte de redes de trata o explotación que cambiaron una vez que el agresor fue descubierto.
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