Bank of America Securities prevé que la economía mexicana se contraiga 4.5% este año, por debajo de la baja de 0.1% anterior; sin embargo, espera que en 2021 repunte, dado que el coronavirus (COVID-19) es un choque temporal.
De acuerdo con la institución financiera estadounidenses, para el próximo año es posible que el Producto Interno Bruto (PIB) se recupere y avance 2.5%, por encima de su pronóstico anterior de 1.75 por ciento.
“Continuamos viendo riesgos a la baja para nuestro pronóstico de crecimiento del PIB de 2020, ya que México podría verse afectado directamente por el coronavirus que forzaría un gran paro económico. Otro riesgo es que Estados Unidos cierre la frontera, lo que impactaría significativamente la economía de las ciudades de la región”, expuso.
Y es que, detalló, México enfrenta un shock de oferta negativo por el cierre temporal de empresas en todo el mundo, lo cual ya implica una afectación y
continuará teniendo un impacto en la producción durante algunos meses.
Además, el país también enfrenta un gran shock negativo de la demanda externa, a medida que el crecimiento global se desacelera y el mundo entra en una recesión global, ya que, al ser una economía muy abierta, está muy expuesta a la demanda mundial.
“Las exportaciones de servicios turísticos a autos y petróleo probablemente se contraerán. La contracción en los Estados Unidos no solo afectará la
demanda, sino que también tendrá un impacto en las remesas”, precisó.
El banco señaló que debido a la caída de la demanda mundial, los precios del petróleo se han derrumbado, por lo que una guerra internacional de
precios del producto probablemente mantendrá los precios moderados durante algún tiempo.
“México es ahora un importador neto de petróleo, pero este colapso en los precios del petróleo probablemente perjudicará los términos de intercambio de México, ya que México importa gasolina y el precio de la gasolina no caerá tanto como el precio del petróleo”, indicó.
Sin embargo, aseguro que “hay luz al final del túnel”, ya que a pesar de la gran contracción que esperan en 2020, también prevén un repunte en 2021, ya que el coronavirus es un choque temporal a la actividad económica.
Asimismo, la gran depreciación del peso, aunque probablemente contractiva en el corto plazo, eventualmente ayudará a México a recuperarse más rápido; sumando a que Canadá acaba de aprobar el T-MEC y los tres países están tratando de avanzar rápidamente para que esté vigente este año.
“El T-MEC brinda certeza a la inversión en la región, lo que es positivo, especialmente porque después del episodio de coronavirus y las guerras
comerciales entre Estados Unidos y China, es probable que se realicen algunos cambios en las cadenas de producción mundiales a América del Norte”, dijo.
Sin embargo, detalló, el rebote no será suficiente para llevar el nivel de salida a los niveles previos al coronavirus, por lo que México convergerá a tasas de crecimiento consistentes con la tasa de crecimiento potencial más baja que ya estaba vigente antes de que surgiera el coronavirus.
También estimó que el Banxico reduzca la tasa a 6.0 por ciento en 2020, dado que la contracción en la actividad económica pesará más en la decisión del banco central que la gran depreciación.