Tras denunciar una serie de irregularidades que presuntamente escalaron a agresiones físicas en contra de sus representantes, el excanciller Marcelo Ebrard se dijo estar “definitivamente” fuera del proceso interno para definir a quien coordinará la defensa de la “Cuarta Transformación”. También comparó al partido con el “PRI de antes”, y advirtió que el lunes definirá dónde y cuál será el “destino final” de sus aspiraciones presidenciales.
Inconsistencias con los folios de las urnas, falta de actas, urnas sin boletas, fueron parte de las anomalías que denunció la representación del exsecretario a cargo de la senadora Malú Mícher, quien incluso “fue golpeada por la policía de la CDMX sólo por querer pasar a acreditar a nuestra representación en el conteo”, denunció el propio Ebrard.
Ebrard acusó que ante las “graves inconsistencias”, el proceso interno de Morena ya no tenía remedio y debía reponerse, y acusó a Mario Delgado y Alfonso Durazo de tener una “actitud cobarde” ante la “vejación” de la policía capitalina en contra de su equipo.
En respuesta, el presidente del Consejo Nacional del partido, Alfonso Durazo, acompañado por al menos cinco notarios como observadores del proceso, descartó que hubiera incidencias que afectaran los resultados de las votaciones; en tanto que 22 gobernadores y gobernadoras morenistas respaldaron la consulta y aseguraron que se trató un ejercicio “transparente, democrático, unitario y participativo”.
Tras declarar que quedaba “definitivamente fuera del proceso”, Ebrard declaró que aunque no contaba con los elementos suficientes para asegurar que hubo fraude, señaló como un “grave error excluir por la fuerza a nuestra representante del conteo”.
En entrevista con Azucena Uresti para Radio Fórmula, el excanciller dijo que será el próximo lunes que definirá el camino que tomará, pues aseguró que él participó “para que se respetara la voluntad de la gente”. Ante el cuestionamiento de si buscaría la candidatura presidencial bajo la bandera de Movimiento Ciudadano, señaló que era “una decisión que tendremos que ver”.
Sin embargo, Mícher declaró que aunque lo ocurrido no era aceptable, y rechazó que por denunciar las agresiones las hayan tachado de “mentirosos y llorones”, aseguró que pese a las diferencias al interior del partido, Ebrard se mantendría en Morena, e incluso comparó la situación con lo que “pasa en cualquier familia”.
“No nos vamos a ir de Morena, formamos parte de esta familia, somos orgullosamente morenos, somos felices porque muchas y muchos llevamos años, si eso es lo que quiere, quien quiere, no lo va a lograr, somos felices en este movimiento”, reiteró.
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