Ante la ausencia de acuerdos con maestros disidentes y la falta de operación política por parte del gobierno de Rutilio Escandón Cadenas, en un hecho insólito, el presidente Andrés Manuel López Obrador fue retenido por cientos de manifestantes, en su mayoría integrantes de la Sección 7 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).
Fueron al menos 135 minutos los que el mandatario debió permanecer adentro de su camioneta, a las afueras de la VII Región Militar, en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, lo que le impidió asistir a la reunión de seguridad de las 6 de la mañana para después conducir su acostumbrada conferencia mañanera.
“Por la dignidad de la investidura presidencial no puedo someterme a chantajes de nadie, yo no establezco relaciones de complicidad mafiosas con ningún grupo de interés creado”, señaló el mandatario en un mensaje que envió desde su vehículo.
Protesta de la CNTE escala a riesgo de seguridad nacional
Aunque el presidente Andrés Manuel López Obrador minimizó el hecho de que lo hayan retenido por al menos 135 minutos a bordo de su vehículo, debido a las protestas de centenares de manifestantes, quienes incluso vandalizaron su camioneta, el riesgo que ello implicó es un asunto de seguridad nacional, que debió prevenir e incluso evitar el gobierno de Rutilio Escandón.
Al respecto el especialista en seguridad Ernesto López Portillo entrevistado en Radio Fórmula cuestionó la valoración política que sobrepasó el cumplimiento de los protocolos en seguridad para atender una extraordinaria situación como la ocurrida este viernes.
“No conozco protocolo alguno de seguridad para escoltas, protección que acepte algo como lo sucedido hoy (…) Una función de escolta planifica y establece información suficiente para una contingencia”, sostuvo.
En ese sentido otros especialistas como el investigador, analista y consultor Daniel Gómez-Tagle reiteró en su cuenta de Twitter que, “el titular del Poder Ejecutivo y comandante Supremo de las Fuerzas Armadas no puede ponerse a sí mismo en estas situaciones de riesgo. Es asunto de seguridad nacional. Hay que protegerlo, no es opcional”.
Durante la inauguración de instalaciones de la Guardia Nacional en San Cristóbal de la Casas, el presidente López Obrador se refirió a su detención asegurando que quiso quedarse a manera de protesta, pues señaló que “no son buenos modos y no hay respeto” sobre las protestas de los maestros de la CNTE a quienes, dijo, “siempre los hemos atendido, y ellos tienen otros propósitos”.
› Y continuó: “Pude haberles dicho: ‘oigan, sí, nos vemos el lunes en la Ciudad de México, allá les espero, y que me dejaran pasar. Pero no, quise quedarme porque no son buenos modos y no hay respeto; además, siempre los hemos atendido, y ellos tienen otros propósitos”.
“Estuve como dos horas ahí, pues no es nada, si caminé como dos veces desde Tabasco a la Ciudad de México luchando por la justicia y por la democracia, y viví en el Zócalo, yo creo que como dos meses y siempre luchando, pero siempre de manera pacífica, nunca provocando, siempre cuidando a la gente, porque un dirigente puede poner en riesgo su vida, pero no tiene el derecho de poner en riesgo la vida de los demás”, señaló el mandatario.
Por su parte, Virgilio Aquino Cruz, integrante de la sección 7 de la CNTE, señaló que la retención del Presidente se debió a la falta de compromiso por instalar la mesa de negociación número 19 para resolver las demandas de los maestros, entre las cuales señaló la insistencia del gobierno de Chiapas por extinguir la caja de ahorro que tienen los docentes en desacato incluso de una orden del gobierno federal.