Dedicar el tiempo para descansar y dormir es de la mayor relevancia para el cuerpo. El sueño desempeña un papel esencial, actuando como el elixir rejuvenecedor que permite a nuestro cuerpo revitalizarse, renovarse y recuperarse.
Es el aliado silente que fortalece nuestro sistema inmunológico, mantiene nuestra mente alerta y nos ayuda a enfrentar cada día con energía.
La mayoría de las personas adultas deberían sumergirse en al menos siete horas de sueño reparador cada noche, aunque este número puede variar según el individuo.
Sin embargo, en un mundo en constante movimiento, muchos sacrifican el sueño, sin darse cuenta de que la falta del mismo puede abrir las puertas a diversos problemas de salud. Desde condiciones cardíacas, presión arterial elevada, hasta obesidad.
¿Sabías que? Hacia los 40 años comienza una etapa en la que son más habituales los alertamientos en el sueño.
¿Por qué es tan difícil dormir?
No es raro encontrarse exhausto ante factores emocionales como la ansiedad, depresión, miedo y estrés, temas tan comunes en nuestra sociedad. Afortunadamente, con la orientación de un médico o especialista, es posible encontrar estrategias para optimizar la energía diurna y mejorar la calidad del sueño nocturno.
Higiene del sueño. Es aconsejable evitar la cafeína, el alcohol y el tabaco cerca de la hora de dormir.
