A pesar de haber perdido a su estrella, Sadio Mané, tan sólo unos días antes del comienzo de la Copa del Mundo, el equipo africano ha sabido llenar el hueco que dejó el jugador de Bayern Munich.
Tanto es así, que Senegal logró clasificarse para la fase final del torneo, por lo que ahora tendrá que derrotar a Inglaterra para demostrar que no fue una casualidad, y que merecen seguir en el ascenso de puestos para colocarse entre los mejores del mundo.
En la otra mano, Inglaterra llegó al torneo con una nueva generación con un sueño particular: regresar a la gloria a una selección que ya había perdido todo el respeto.
Por ejemplo, Harry Kane y Henry Maguire lideran este equipo que hasta ahora ha tenido una participación sólida en el Mundial.
Ambos equipos tienen un juego bastante parecido, los equipos tienen una defensa muy sólida, con hombres grandes pero atléticos, que se combinan con el buen manejo de la media cancha y sobre todo son muy similares en su explosividad en el ataque y por las bandas.
El camino del campeón
Los franceses jugarán su primer partido de la fase final contra una Polonia que aún no termina de convencer.
El segundo día de los octavos de final será muy prometedor, Francia, actual campeón del mundo, enfrentará su primer reto: superar a Polonia de cara a defender su campeonato.
El Estadio Al Thumama, que puede albergar casi 45 mil espectadores, será el escenario donde ambas selecciones se enfrentarán para jugarse su estadía en el torneo.
Les blues llevaban un récord perfecto hasta la segunda jornada, aunqe fueron sumamente superiores a todos sus rivales y sacaron los resultados sin problemas.
Pero fue hasta la última fecha de la fase de grupos que, en un partido repleto de suplentes franceses, Túnez se impuso en un 1-0 ante los dirigidos por Didier Deschamps.
Después de ese descalabro los campeones querrán regresar al buen ritmo y al estilo ofensivo que los caracteriza.
En contraparte, los polacos vienen de una dolorosa derrota con Argentina.
Frente al equipo de Lionel, los blanquirrojos tuvieron muy pocas oportunidades al frente y casi no vieron la pelota.
Así, en su partido contra a México, los polacos también carecieron de ideas ofensivas.
Además, Robert Lewandovski sólo ha anotado una vez, y su rendimiento ha estado por debajo de las expectativas. Derrotar a un gigante como Francia podría ser un hito histórico que además mejoraría la reputación del equipo en la Copa del Mundo.