King’s landing está rodeada por una gran muralla y es gobernada por Cersei Lannister debido a la muerte de su esposo. En Juego de Tronos, Cersei es castigada por su corrupción y obligada a caminar desnuda por las estrechas calles de la ciudad.
Cuando uno llega a Dubrovnik piensa que King´s landing realmente existe. Sus murallas, los techos de teja roja, las callejuelas, iglesias, plazuelas y la catedral te asombran y hacen creer que estás en uno de los capítulos de la serie. Y no te falta razón.
La ciudad fue uno de los escenarios de Juego de Tronos (incluso hay paquetes turísticos que te llevan a los lugares en los que se filmó).
La ciudad fue fundada en el 614 con el nombre de Ragusa. El nombre eslavo Dubrovnik apareció en la Edad Media y significa bosque de robles. La ciudad-Estado, conocida como República de Ragusa, fue un importante centro comercial y marítimo. Su posición geográfica la hizo una pieza ambicionada por venecianos y turcos. Sin embargo, permaneció como una ciudad libre por más de mil años… hasta que llegó Napoleón y la integró al reino de Italia. Años después formó parte del imperio austrohúngaro, y al desaparecer éste en 1919 se integró a lo que conocimos como Yugoslavia.
En 1991, los ragusianos votaron por integrarse a Croacia. Para detener el proceso independentista, el ejército yugoslavo, integrado por serbios y montenegrinos, sitió la ciudad durante siete meses y destruyó cerca del 60%. Los trabajos de restauración se realizaron entre 1995 y 1999 y trataron de respetar la arquitectura original. Dubrovnik es la joya de la costa dálmata y te sugerimos cinco lugares que debes visitar.
Puerta de Pile y la Stradun
El acceso a la Ciudad Vieja se realiza por la Puerta de Pile, construida en 1537, la cual solía cerrarse por la noche para proteger la ciudad. Al pasar por esta puerta, se accede a la avenida principal, la Stradun, que transporta a uno de vuelta a la Edad Media. En la actualidad, esta calle rebosa de terrazas y tiendas. Aprovecha para disfrutar de una cerveza o un café en algún momento del día.
2 kilómetros miden las murallas de esta ciudad, que ofrecen espectaculares vistas panorámicas.
La plaza de Luža y el Palacio del Rector y la Catedral
La calle Stradun lleva a la Plaza de Luža, antiguo mercado y núcleo de monumentos destacados. Resalta la estatua de Orlando, héroe legendario que defendió la ciudad de los sarracenos. La columna de Orlando simboliza la libertad de la República de Ragusa y también funcionaba como medida, usando sus pies y codo.
A los lados de la plaza resaltan los emblemáticos edificios de la Ciudad Vieja. El primero es el Palacio Sponza, construido en el siglo XVI en estilo gótico renacentista, utilizado como casa de moneda y centro comercial. En su fachada, una inscripción dice: “Fallere nostra vetant; et falli pondere: meqve ponderc cvm merces ponderat ipse Deus”, que en español significa “Nuestros pesos no engañan ni se dejan engañar. Cuando peso mercancías, el mismísimo Dios me mide”.
Adelante, el Palacio del Rector, construido en 1435, fue residencia del rector, gobernante elegido democráticamente cada 30 días hasta 1808 y sede gubernamental. Hoy, como Museo de Historia, destaca por su pórtico, patio y escalera de cantera veneciana.
Al cruzar la calle verás la Catedral de la Asunción, construida sobre los restos de una antigua iglesia románica destruida en el terremoto de 1667. El nuevo edificio de estilo barroco destaca por su cúpula delgada, visible desde cualquier punto. No olvides explorar el tesoro de la catedral, que alberga las reliquias de San Blas, patrono de la ciudad, con su brazo, cráneo y pierna cubiertos de oro y joyas.
El dato. La ciudad fue declarada Patrimonio de la Humanidad
por la Unesco desde 1979.
Iglesia de San Ignacio y Collegium Ragusinum
Los jesuitas llegaron a Dubrovnik en el siglo XVI y erigieron el colegio y la iglesia en el XVII, ambos de estilo barroco, evidenciado en los frescos del techo que relatan la vida de San Ignacio de Loyola. La fachada, adornada con nichos vacíos que alguna vez contenían figuras de santos, perdió estas durante un naufragio, y nunca se solicitaron repuestos. Este espacio jesuita se hizo célebre por las escalinatas contiguas, donde se filmó la escena del “paseo de la vergüenza” en Juego de Tronos, con Cersei Lannister caminando desnuda para expiar sus pecados.
Murallas
La mejor forma de descubrir la ciudad es caminar por sus murallas, viviendo una experiencia indescriptible. Construidas entre los siglos XII y XVII, cumplieron su propósito ya que ningún ejército extranjero logró ingresar a la ciudad (excepto los dragones de Daenerys, pero esa es otra historia). Estas murallas, que miden casi dos kilómetros de longitud y alcanzan alturas de hasta 25 metros, están reforzadas con 17 torres y la fortaleza de San Juan.
Visita el fuerte Bokar para conocer los cañones y la torre Minceta, la parte más alta de las murallas y donde podrás tomar las fotos más increíbles de la ciudad. Los ragusianos estaban orgullosos de su sistema defensivo que les permitió vivir libres por muchos años, aunque su diplomacia hizo también su parte.
Fuerte de San Lorenzo
Se ubica fuera de las murallas, a 37 metros sobre el nivel del mar, con muros expuestos de hasta 12 metros. Originalmente el bastión y torre de vigía de Dubrovnik, al ingresar se encuentra la inscripción “No bene pro toto libertas venditur auro” (la libertad no se vende ni por todos los tesoros del mundo). El camino desde la ciudad está al nivel del mar, ofreciendo un agradable paseo.
Fuera de la Ciudad Vieja descubrirás una próspera ciudad moderna con hoteles y restaurantes. Se recomienda buscar alojamiento en esta zona, especialmente en las villas, que ofrecen espacios a precios atractivos, y llegar a la zona amurallada en transporte público.
Otra atracción imperdible es la Fortaleza Imperial, accesible mediante teleférico, desde donde disfrutarás de una vista panorámica de Dubrovnik y del azul del Adriático.
¿Sabías que? Dubrovnik fue la sede de la República de Ragusa, una próspera ciudad-estado por más de cinco siglos.