El subsecretario de Estado para Asuntos Antinarcótico, William Brownfield, aseguro ante el Senado de los Estados Unidos que el flujo de droga en la frontera compartida con México “alimenta la violencia, la inestabilidad y amenaza la seguridad de nuestros dos países, y tenemos una responsabilidad compartida para hacer frente a estos desafíos comunes.”
Brownfield recordó que en la iniciativa Mérida, que se aplica desde 2007, el gobierno de EU “ha entregado a México más de mil millones de dólares en asistencia para la capacitación y equipo, que complementa los recursos significativos que el Gobierno de México ha dedicado a nuestros objetivos de seguridad compartidos.”
El funcionario federal señaló que con el trabajo realizado por la Oficina para Asuntos Antinarcóticos (INL, por sus siglas en inglés) esperan que la policía mexicana esté mejor preparada en el nuevo sistema de justicia para presentar pruebas, preservar la escena del crimen, y tener testigos más eficaces, por lo que “la INL continuará construyendo avances con algunos gobiernos estatales mexicanos, para que puedan ser modelos para otros estados que están más atrás en esta transición.”
Detalló que para el fortalecimiento y control de la frontera sur con Belice y Guatemala el Servicio de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) y la Oficina de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), provén de ayuda a funcionarios de migración mexicana para mejorar las operaciones y puntos de control.
Recordó que en la reunión del Grupo de Cooperación de Seguridad de alto nivel celebrada recientemente en la Ciudad de México, aunque se discutieron muchos aspectos de nuestra cooperación para la seguridad, la heroína era una de las prioridades del grupo.