Domina opacidad en cárceles de Colima, Coahuila y Guerrero
MONTERREY, NUEVO LEÓN, 21SEPTIEMBRE2019.- El Penal del Topo Chico abrió sus puertas en 1943, ubicado al poniente de la ciudad de Monterrey, el cual ha sido escenario de violencia en diversas ocasiones. El motín de 1980 provocó el asesinato del Capitán Alfonso Domene, entonces director del centro penitenciario, así mismo, El Centro de Reinserción Social fue reconocido por uno de los más violentos del país ya que en 2016 un motín entre cárteles rivales que operaban en la ciudad se enfrentaron, causando la muerte de 49 internos. Actualmente el penal cuenta con 2685 personas privadas de su libertad, las cuales serán reubicadas a los CERESOS de Apodaca y Cadereyta, Nuevo León, ya que el próximo 30 de septiembre, el penal del Topo Chico cerrará sus puertas para dar cabida a un centro cultural, archivo del estado, museos, entre otros proyectos. FOTO: GABRIELA PÉREZ MONTIEL /CUARTOSCURO.COM
/Gabriela Pérez/Gabriela Pérez
Ninguna de las tres entidades ha informado sobre el manejo de la pandemia en los centros penitenciarios
El manejo de la pandemia en cárceles de Colima, Coahuila, Guerrero y Yucatán es un enigma, ya que las autoridades no han informado sobre las acciones emprendidas para minimizar los riesgos a la salud.
El caso más grave es el de Colima, de acuerdo con el Observatorio de Prisiones, pues de seis indicadores que mide (información sobre la pandemia, medidas para los internos, control de ingresos, medidas para visitantes, suspensión de visitas y preliberaciones), el gobierno local no ha reportado el estatus de ninguno.
En los casos de Coahuila, Guerrero y Yucatán, las autoridades penitenciarias sólo han dado información sobre uno de los indicadores.
Hasta la semana del 7 al 13 de diciembre, el Observatorio informó que en los centros de reclusión del país se han registrado dos mil 838 casos confirmados de Covid-19, así como 242 decesos.
En el marco de la pandemia, “las autoridades penitenciarias y corresponsables no han brindado información certera sobre la situación de las prisiones, ni información pública clara y suficiente sobre el número de contagios y muertes a causa del nuevo virus, las medidas de prevención aplicadas los protocolos de actuación en caso de contagios o información sobre si se brindará atención médica a las personas privadas de la libertad”, refiere el portal.
De acuerdo con la última actualización, 85.6% de los familiares de personas privadas de su libertad opina que no hay información sobre el protocolo a seguir si hay casos del nuevo coronavirus.
Respondida por 815 personas, el cuestionario del Observatorio señala que 51% de los entrevistados considera que no hay información sobre las pedidas de prevención.
Entre las principales preocupaciones de los familiares de reos, el organismo destaca que las personas “se encuentran en aislamiento”, “tienen otros padecimientos que no han sido bien atendidos”, “los brotes de hepatitis u otras enfermedades en los centros”, “no hay un adecuado control de plagas en las instalaciones”, “la falta de medicamento” y “malos tratos por parte del personal”.
Las entidades que han tenido un mejor desempeño en el manejo de la pandemia al interior de las presiones son Quintana Roo y Sonora, ya que en todos sus centros penitenciarios cumplen con cinco de los seis reactivos.
