La caravana migrante que partió el jueves por la mañana de Tapachula, Chiapas, fue disuelta apenas 16 kilómetros adelante, en la comunidad de Álvaro Obregón, por las autoridades mexicanas.
El grupo conformado por unas 200 personas se encontró con un fuerte despliegue de agentes del Instituto Nacional de Migración (INM) y de la Guardia Nacional, que frenaron su avance sobre la carretera.
“¡Queremos visas, queremos visas!”, era una de las consignas que gritaron al encontrarse con los elementos de seguridad que impedían su paso sobre la vialidad paralela a la de la costa de Chiapas.
La quinta caravana migrante estaba integrada por mujeres, niños y hombres solos, en su mayoría, aceptaron el diálogo y entregarse a las autoridades del INM, para ser trasladados a la Aduana de Cerro Gordo donde pueden solicitar la visa humanitaria.
Los migrantes pidieron a las autoridades que se resuelva pronto su situación migratoria, porque ya no tienen recursos para pagar hoteles y alimentos. MAAZ
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