Aunque desde 2016, Rafael Caro Quintero intentó, a través de una serie de entrevistas, echar abajo los señalamientos de que retomó su carrera de narcotraficante, la información de inteligencia de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) lo ubicaba como uno de los principales liderazgos del Cártel de Sinaloa. Y al menos 12 puntos en Sinaloa y Durango son reconocidos como “áreas en pugna” entre cárteles.
De acuerdo con información de la III Región Militar con sede en Mazatlán, Sinaloa, revelada a partir de los hacktivistas autodenominados “Guacamaya”, el llamado “jefe de jefes”, quien fue detenido en un operativo de la Marina-Armada, el 15 de julio pasado en un poblado de Choix, Sinaloa, era ubicado en la misma línea de mando que Ismael Zambada García El Mayo, e Iván Archivaldo Guzmán Salazar, uno de los herederos de Joaquín Guzmán El Chapo.
Precisamente a la cabeza de lo que los informes de la Sedena ubican que en la organización “Guzmán Loera-Zambada García”, también se encuentra Caro Quintero, quien junto a otros 15 personajes figuran como los principales jefes del cártel en el estado de Sinaloa, el cual disputan con células de la organización de los Beltrán Leyva, comandados por fausto Isidro Meza alias El Chapo Isidro.
Te puede interesar: CJNG y Sinaloa, duelo de relaciones internacionales
Tras una revisión a los mapas y diagramas en los que la Sedena identifica a los líderes de esas organizaciones criminales, entre otras con menor presencia tanto en Sinaloa como en Durango, dos de los bastiones del también conocido como cártel del Pacífico, es posible identificar una docena de “áreas en pugna”, ocho en territorio sinaloense y las cuatro restantes en Durango.
Uno de esos puntos de choque entre el Cártel de Sinaloa y las células bajo el mando de El Chapo Isidro está en el municipio de Urique, Chihuahua, en el que el 20 de junio, casi un mes antes de la detención de Caro Quintero en el municipio colindante de Choix, fueron asesinados los sacerdotes jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora, así como Pedro Palma, guía de turistas en la región.
Sin precisar la fecha de emisión del informe, en la zona de conflicto ubicada en Urique y el poblado de Batopilas, Chihuahua, en la zona limítrofe con Choix, la Sedena identificó un nivel de pugna “bajo” entre Vicente Portillo Gil, hermano de José Noriel El Chueco, identificado como autor material de los asesinatos en Urique, afín a los Beltrán Leyva; y enfrentado con las células dirigidas por Adelmo Núñez Molina, de los hijos de Guzmán Loera en Choix.
Más sobre Guacamaya Leaks |
Sedena ubica a colectivos feministas a la par de guerrillas, revela hackeo
Hackeo a Sedena evidencia contradicciones del GIEI en caso Ayotzinapa
GuacamayaLeaks: CDMX, entre cárteles, narcotienditas y radicales
Guacamaya: así fue el seguimiento de la Sedena al EZLN