La bioingeniería acaba de avanzar un paso con el diseño de “circuitos genéticos” que pueden generar diferentes tipos de raíces dependiendo del tipo de ambiente en que se desarrollen las plantas, sin modificar las partes que crecen sobre la superficie, que les permitan extraer con mayor eficiencia nutrientes o agua del suelo.
La profundidad y la forma del sistema de raíces de una planta afectan su eficiencia para extraer diferentes recursos del suelo. Si un sistema tiene muchas ramificaciones y crece cerca de la superficie, por ejemplo, absorbe mejor sustancias que se ubican ahí, como el fósforo; mientras que un sistema de raíces más profundo y que se ramifica en la parte inferior es mejor para recolectar agua y nitrógeno.
Sobre esa base, Brophy y sus colegas diseñaron lo que llamaron “circuitos genéticos sintéticos” que permiten a las células vegetales detectar las condiciones en que están creciendo y “tomar decisiones” o reaccionar a ellas. Este tipo de circuitos existen en la naturaleza pero se han perdido en algunas de las plantas cultivadas.
Por lo pronto, de acuerdo a lo que reportan en la revista Science, utilizaron estos circuitos para cultivar plantas con estructuras de raíces modificadas, pero en el futuro esperan diseñar, probar y mejorar circuitos genéticos sintéticos para otras aplicaciones en plantas.
“Nuestros circuitos genéticos sintéticos nos permitirán construir sistemas de raíces muy específicos o estructuras de hojas muy específicas para ver qué es óptimo para las condiciones ambientales desafiantes que sabemos que se avecinan”, dijo Brophy en un comunicado. “Estamos haciendo que la ingeniería de las plantas sea mucho más precisa”.
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