El en la COP15 un acuerdo histórico en los esfuerzos para proteger la biodiversidad del mundo, del que se destacó el objetivo de dedicar el 30% de territorios y aguas a la conservación; sin embargo, el dinero que se requiere para alcanzar esta meta es un tema que está lejos de estar resuelto, en especial para los países en desarrollo y con población indígena.
Entre sus diversos objetivos, el acuerdo busca que el cuidado de la biodiversidad tenga 700 mil millones de dólares anuales para 2050. Mientras, se pusieron como metas asegurar 30 mil millones de dólares al año para la conservación y garantizar que las áreas utilizadas para la agricultura, la acuicultura, la pesca y la silvicultura se gestionen de forma sostenible.
En la reunión plenaria de la Conferencia de las Partes de la ONU llevado a cabo en Montreal, Canadá, y coordinada por China, la representante de la República Democrática del Congo, expuso sus reservas con los recursos financieros y su movilización.
Así, el Congo fue el único de los países asistentes que no apoyó la adopción del acuerdo, porque se pasaron por alto sus objeciones con respecto a las responsabilidades de financiamiento que tendrían las naciones en desarrollo. También se ignoró la propuesta de Colombia de descontar de la deuda de los países el dinero que destinen a la conservación.
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Aunque entre los antecedentes de la reunión está un informe de 2020 de la Universidad de Cambridge que encontró que los beneficios financieros de proteger el 30% del planeta superan los costos involucrados en una proporción de cinco a uno y que se considera que más de la mitad del producto bruto mundial depende de la biodiversidad, el mundo financiero aún tiene problemas para hacer cuentas con la biodiversidad.
“Hemos hecho un gran trabajo para poder valorar el concepto de extracción o explotación de los recursos naturales. Hasta ahora estamos comenzando a valorar de manera más adecuada y precisa el concepto de conservación, salud ambiental y administración ambiental”, dijo, por ejemplo, Stephen Liberatore, en el encuentro de mercados de capital que se hizo en la COP-15.
Quedará para 2024, en la COP16 de Biodiversidad saber si se logra hacer esta valoración o si, como suele suceder en las COPs de cambio climático o con las metas de conservación fijadas en Aichi, Japón, será este el tema donde se falla sistemáticamente.
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