El presidente de Kosovo, Hashim Thaçi, dimitió el jueves tras confirmarse su inculpación por parte del Tribunal de La Haya por crímenes de guerra, un final repentino para un dirigente que estuvo al frente del país balcánico desde su independencia en 2008.
El exlíder político de la guerrilla independentista (UCK) explicó que decidió renunciar a su cargo para proteger la función presidencial, después de que un juez del tribunal especial para Kosovo de La Haya validara su inculpación por crímenes presuntamente cometidos durante el conflicto entre Kosovo y Serbia a finales de la década de 1990.
“Para defender la integridad del cargo de presidente y de Kosovo, así como la dignidad de los ciudadanos, dimito de mi puesto de presidente de la República de Kosovo”, aseguró Thaçi, durante una rueda de prensa en la capital Pristina.
Unas horas más tarde, partió de Pristina con otros dos exguerrilleros acusados, a bordo de un avión militar con destino a La Haya, según la prensa local.
Thaçi, de 52 años, siempre ha defendido su inocencia y acusa a la justicia internacional de “reescribir la historia”.
La mayoría de los habitantes de Kosovo, que proclamó su independencia en 2008 aunque Serbia no la reconoció, consideran este conflicto como una “guerra justa” contra el opresor serbio.
“No son momentos fáciles para mí ni mi familia, tampoco para aquellos que me apoyaron y creyeron en mí durante estas tres últimas décadas de lucha por la libertad, la independencia y la construcción de una nación”, reconoció el exlíder de la guerrilla kosovar.
“Colaborar con la justicia”
Vjosa Osmani, presidente del Parlamento, asumirá las funciones de jefe de Estado interino.
El tribunal especial para Kosovo de La Haya ya había hecho pública en junio la inculpación de Thaçi, pero esta debía ser validada por un juez, de acuerdo con el funcionamiento del tribunal.
Durante su comparecencia, Thaçi no precisó cuáles son los delitos de los que se le inculpa, pero prometió “colaborar estrechamente con la justicia”.
Además del presidente, este jueves también se confirmó la inculpación por la justicia internacional de Kadri Veseli, exjefe de los servicios de inteligencia de la guerrilla kosovar y un hombre cercano al presidente.
En total, cinco exguerrilleros son acusados por la justicia internacional.
Creado en 2015, el tribunal especial para Kosovo se encarga de investigar los crímenes cometidos por la UCK, principalmente contra serbios, gitanos y opositores albaneses a la guerrilla durante y después del conflicto de 1998-99.
Acusado de corrupción
La guerra de Kosovo, que fue el último conflicto por la desintegración de Yugoslavia, causó más de 13.000 muertos, la mayoría de ellos albaneses. Hubo numerosos casos de tortura y centenares de miles de civiles se vieron obligados a abandonar sus domicilios para buscar refugio.
El conflicto terminó tras la intervención occidental y los bombardeos de fuerzas de la OTAN que obligaron al ejército serbio a retirarse. El territorio kosovar quedó bajo administración de la ONU desde el 2000 hasta la proclamación unilateral de independencia, apoyada por Estados Unidos y la mayoría de países occidentales, aunque no contó con el reconocimiento de España.
Tras el conflicto, la justicia internacional condenó por crímenes de guerra a altos dirigentes políticos y militares serbios.
Pero algunos exmiembros destacados de la guerrilla kosovar, en las altas esferas del país desde su independencia, también se encuentran en el punto de mira de La Haya.
El tribunal especial para Kosovo se encuentra en La Haya para proteger a los testigos que son sometidos a presiones y amenazas y sus fiscales ya acusaron dos veces a Thaçi de obstaculizar su investigación judicial.
Kosovo es uno de los territorios más pobres de Europa y su hasta ahora presidente se vio salpicado por varias acusaciones de corrupción y de apropiarse de los recursos estatales, aunque pocos kosovares critican el legado político del UCK.