Mark Goldring, director general de Oxfam, una de las organizaciones de la sociedad civil más importantes en Gran Bretaña, anunció su dimisión este miércoles, que surtirá efecto a fin de año, para permitir que la ONG tome un nuevo rumbo tras el escándalo de los abusos sexuales cometidos por algunos de sus empleados en Haití.
Es con gran pesar que he decidido renunciar como director ejecutivo a final de este año”, anunció Goldring en un mensaje publicado en el sitio web de la organización, asegurando que ha sido un “privilegio” realizar su trabajo en los últimos cinco años. “Ha llegado el momento de un nuevo líder”, agregó.
Goldring reconoció que “los últimos meses han sido tremendamente difíciles para todos los implicados en Oxfam”. Y consideró que será mejor que la organización se reconstruya “con alguien que traiga una visión fresca”, energía y con un compromiso a largo plazo.
Tras la exposición pública de las equivocaciones pasadas de Oxfam, hemos redoblado nuestros esfuerzos para garantizar que Oxfam sea un lugar seguro y respetuoso para todos los que tengan contacto con nosotros”, señaló Goldring en un comunicado. Ahora estamos sentando unas bases sólidas para la recuperación. Personalmente, estoy totalmente comprometido con esta fase”, agrega.
La organización británica sin fines de lucro se vio envuelta en febrero pasado en un escándalo, luego de que el periódico británico The Times publicara que directivos y cooperantes de su misión en Haití contrataron a prostitutas, en ocasiones para realizar orgías en las dependencias pagadas por la organización, durante la operación de ayuda humanitaria tras el terremoto de 2010 que devasto al país. Tal fue el conflicto que el ministerio de la Planificación y la Cooperación Externa de Haití decidió en febrero pasado suspender por dos meses las actividades de Oxfam en el país, un plazo en el que tanto esa cartera como el Ministerio Público investigarán, por separado, lo ocurrido. Oxfam, quien recibe unos 340 millones de euros al año entre fondos del gobierno británico y donaciones públicas, reconoció que varias personas fueron despedidas por estos hechos, tras realizar una investigación interna. El directivo expresó también su “enfado por el impacto de los terribles abusos de poder” de “esas personas” -colaboradores- en Haití en 2011 y por la incapacidad de Oxfam de proteger a las mujeres para quienes estaba allí para apoyar. Igualmente, dijo sentirse “triste por el impacto” que el escándalo y la amplia cobertura que ha tenido en la confianza de los ciudadanos en las organizaciones humanitarias, “en un modo que perjudicará a las personas que viven en la pobreza en todo el mundo”.