En la comparecencia del secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, ante el Senado de la República, los congresistas de la oposición lanzaron reclamos al encargado de programar las finanzas públicas del país al llamar “humanismo mexicano inspirado en el evangelio obradorista” y ejercer el “gasto con opacidad, ineficiencia y corrupción”.
También exigieron al titular de Hacienda diera números que beneficien las mega inversiones en las obras que aún no funcionan y están desatando el mayor déficit desde 1990. “Nos va a costar más del triple el Tren Maya, ¿cómo presupuestan? ¿Cuál es el análisis técnico de estas obras que nos están costando un dineral?”, señaló el senador del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Juan Manuel Fócil Pérez. Además, reclamó el castigo a la infraestructura en salud.
De la O respondió que el tema de la deuda resalta, pero el déficit que se está presentando contiene proyectos de inversión que no se están pudiendo concluir en 2023. “Como son obras grandes, siempre está sujeta a que haya determinadas cuestiones que resolver en el paso de la obra, es decir, no es una cuestión simplemente de que, si está bien hecho el proyecto, sino que de repente aparecen comunidades que bloquean la obra. De repente, como en el caso del Tren Maya, en el trazo del tramo cinco aparecen manglares, ruinas arqueológicas que hay que proteger, y eso altera el trazo original”.
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El senador Gustavo Madero, de la fracción parlamentaria de Acción Nacional, evidenció que “durante la pandemia, que dejó dolor y muerte, se mantuvo la disciplina fiscal (…) no hubo programas de apoyo a quienes dejaron de obtener ingresos y optaron por cuidar ese déficit fiscal a costa del dolor y la muerte de 758 mil personas”, y ahora pide el mayor déficit fiscal para terminar las obras emblemáticas.
Resaltaron los gastos onerosos del Gobierno de sus obras emblemáticas que están saliendo de toda proporción. Dos Bocas que se elevó al doble, 136 mil millones de pesos más a lo presupuestado y aún no sale un barril de productos refinados al mercado. El Tren Maya, 21 mil millones de pesos por arriba de lo planeado, así como el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) que costó 29 mil millones de pesos más que se sumaron a los 180 mil millones que ya se habían gastado en el Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México, en Texcoco. Los senadores evidenciaron el gasto del Corredor Interoceánico que ya es de un costo de 10 veces a lo programado, lo que significó pasar de 148 millones en la propuesta a mil 700 millones de pesos.
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