En Australia se reportaron dos casos de personas infectadas a un mismo tiempo con las variantes de preocupación Delta y Ómicron del coronavirus SARS-CoV-2; si bien ambos pacientes comparten la necesidad de realizarse hemodiálisis por problemas renales crónicos, sus infecciones no están relacionadas epidemiológicamente.
Esta mañana en el sitio medRxiv se publicó un reporte preliminar sobre ambos casos, los primeros en los que se han descubierto coinfecciones que involucren a Delta y Ómicron, hecho por investigadores de la Universidad de Sidney, el Hospital Westmead, el Instituto de Patología Clínica e Investigación Médica de Nueva Gales del Sur y el Blacktown Hospital.
Desde el principio de la pandemia se ha advertido del peligro de las coinfecciones con dos variantes del coronavirus, que pueden implicar una mayor gravedad y duración de la enfermedad para el paciente; pero también, al mezclarse en una sola persona, pueden ser el origen de nuevas variantes.
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Los casos reportados difieren en edad, un paciente tiene entre 60 y 70 años y el otro entre 50 y 60, pero coinciden en que ambos padecen enfermedad renal crónica debido a diabetes tipo 2, obesidad y cardiopatía isquémica.
Además, ambos pacientes recibían tratamiento de hemodiálisis durante cuatro a cinco horas, tres veces por semana, en el mismo centro comunitario; sin embargo, no se conocían entre sí, no habían recibido hemodiálisis al mismo tiempo ni habían usado el mismo equipo o estación de tratamiento.
Llama la atención que estos primeros casos de coinfección con Delta y Ómicron sucedan en Australia, donde más del 80% de la población está completamente vacunada contra Covid-19 y donde se ha tenido un estricto control de la epidemia con medidas no farmacológicas.
En este inicio de año, el país hn tenido un aumento considerable en casos y muertes, las cuales rebasan las 85 diarias, mientras que antes no habían llegado siquiera a 20.
Los autores destacan la relevancia de hacer vigilancia genómica y advierten que aún no se han informado de coinfecciones en pacientes inmunodeprimidos, que podrían conducir a saltos dramáticos en la evolución del virus.
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