Nantzin Saldaña
A nueve días de no probar alimento, algunas con labios cocidos, las enfermeras chiapanecas que realizan huelga de hambre frente al Hospital Regional Rafael Pascacio Gamboa de Tuxtla Gutiérrez, aseguraron que aunque este martes se retomó el diálogo con el gobierno aún no hay solución a sus demandas ni se ha llegado a acuerdo alguno, que les permita concluir su ayuno y reiteraron su exigencia de que el secretario de Salud, Francisco Ortega Farrera deje el cargo, luego de que él mismo, durante las mesas, admitió que hizo “desvíos técnicos” de recursos. 
María de Jesús Espinosa de los Santos, enfermera con 30 años de servicio de base y vocera de las enfermeras, agregó que la salida del titular de Salud debe ser inevitable: “Si ya desvió recursos y ya nos reprimió, como podemos confiar en él”.
Añadió que el funcionario no supo decirles a dónde fue a parar ese dinero.
Espinosa de los Santos desmintió además lo señalado por el gobierno estatal de que ya se dio respuesta a tres de sus demandas, entre ellas la reinstalación de los 15 cesados.
En entrevista con ejecentral, Espinosa de los Santos explicó que este martes 11 de abril se reanudó el diálogo, tras un receso de 24 horas, y con ésta sumaron cuatro las mesas celebradas con las autoridades en la sede del hospital, pero aún no se ha firmado nada.
El abasto de medicamentos no se ha dado como tal, y menos el pago del adeudo de prestaciones laborales como ISR, SAR, Fovissste”, que les fueron retenidos de sus pagos quincenales desde 2011 y por lo que les adeudan 762 millones de pesos a la base de 24 mil trabajadores del sector Salud en Chiapas.
Es una gran mentira que la huelga haya concluido”, aclaró.
Por el contrario, explicó, este martes a las 10:00 horas se sumó la compañera Gabriela Mayanin López Cruz como la novena huelguista al llamado “Campamento de la Dignidad” en línea con lo anunciado y realizado desde el inicio del ayuno, de que cada 48 horas sin respuesta a sus demandas se unirá una más.
Propuestas parciales
Foto: FB Francisco RuizReconoció que si bien ha habido propuestas del gobierno estatal, estas son solo parciales y en los aspectos más sencillos, como el caso de la reinstalación, lo que rechazan si no va acompañado de sus demás exigencias.
Agregó que no todas las enfermeras en huelga están cesadas. Solo dos viven esa situación y las siete restantes, hasta ahora, son parte del apoyo solidario del movimiento, quienes tramitaron vacaciones y pago de guardias para no desatender la carga laboral del hospital y de los centros a los que pertenecen.
A ellas se suman un grupo que colabora como staff en el campamento, quienes monitorean a las huelguistas y apoyan en la organización de marchas y perifoneo, y se suman a las actividades fuera de sus horarios de trabajo y tras haberlos cumplido.
En tanto, los 15 trabajadores cesados pertenecen al Hospital Rafael Pascacio Gamboa de Tuxtla Gutiérrez, al Hospital de Villaflores, al Hospital de Pichucalco y a oficinas centrales.
También las autoridades chiapanecas les ofrecieron regularizar el pago a trabajadores por contrato, a quienes no se les ha liquidado sus servicios desde 2015, aunque solo a los que pertenecen al “Rafael Pascacio” y no a todos los que se encuentran en esa situación en la entidad.
“Vamos a seguir, para exigir que nos paguen lo que nos deben”, añadió.
La vocera de las enfermeras explicó que el problema data de seis años atrás, cuando detectaron movimientos irregulares y retraso de pagos. Lo que los llevó a organizarse y protestar en grupo por primera vez en 2012, y por lo cual las autoridades en aquel momento empezaron a regularizar el pago de retenciones pasadas, aunque no por completo. Relata que la respuesta hasta ahora de las autoridades los llevó a tomar una medida drástica para ser escuchados. Y que incluso temen por su seguridad como cabezas más visibles del movimiento. De los cerca de 30 trabajadores que iniciaron la denuncia por los adeudos y el abasto de medicamentos y material para la población, 15 fueron cesados, entre ellos, ella misma. 
Desde el pasado 13 de marzo, recuerda, le fue retirada su tarjeta para checar y laborar como jefa de enfermeras del servicio de Ginecología del Hospital Rafael Pascasio y hasta hoy no le han notificado el motivo de su cese. Sólo le indicaron que la tarjeta estaba en el área jurídica. “Fue un proceso hecho con los pies”.
Espinosa de los Santos explicó que para las mesas de negociación, eligieron una comitiva que incluye a tres mujeres y tres hombres trabajadores de la Salud, quienes a partir de hoy estuvieron acompañados por un representante del Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de la Casas y uno más de la sección estatal de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).
Agradeció el “impresionante” apoyo de la sociedad civil, las organizaciones de derechos humanos y sociales que se han sumado a su causa, y les ayudan a que se haga visible el atropello que viven los trabajadores de la Salud en Chiapas y la mala administración de recursos para la atención de los chiapanecos.
María de Jesús refirió que desde el inicio del diálogo plantearon al secretario de Gobierno sobre los recursos que les adeudan. Y la respuesta fue “que no hay dinero”.
Refiere que el asunto llevado a lo individual es más dramático, pues muchos compañeros están en buró de crédito por los adeudos orquestados, como desvíos millonarios, desde la institución.
Hasta ahora, la autoridad chiapaneca les ha dicho que podrían regularizar cerca de 45% de los 762 millones del adeudo, en rubros que comprenden a aseguradoras y empresas con convenio, que sumarían unos 340 millones. Sin embargo, no hay respuesta para 422 millones de pesos más, correspondientes a recursos federales. 
Respecto al abasto de medicamentos, en las mesas se dijo que se formarán comisiones para revisar que hace falta en cada centro de salud y hospital, y atender el problema. Pero hasta hoy no hay reparto alguno de fármacos.
Al inicio de la semana, el secretario de Gobierno de Chiapas, Juan Carlos Gómez Aranda, aseguró que ya se había dado respuesta a las demandas de reinstalación inmediata a los trabajadores cesados, abasto de fármacos para el Hospital Regional y pago de prestaciones laborales.
Desde el pasado 3 de abril Chusita, como la llaman sus compañeras, junto con María Cielo Gramajo Cundapí, con 27 años de servicio; Nelly Ivonne Castillo Escobar, con 20; María Isidra Orozco Sánchez, con 21y Verónica Zenteno Pérez, con 27, iniciaron la huelga de hambre.
Sus exigencias fueron la reinstalación de 15 trabajadores cesados -por denunciar malas condiciones en que se encontraban los servicios de salud en el estado-; abasto de material y equipo médico; y pago de salarios y prestaciones retenidas desde 2011 a la fecha.
Con el paso de los días se han integrado las enfermeras Tani Asunción Ventura Paredes, Sandra Lidia Arellano Zenteno, Emma Escobar López y Mayanin López Cruz, hasta este martes. Y seguirán sumándose en tanto no halla respuesta.
Explicó que hasta el día nueve del ayuno, el avance está en el aire. Sin nada firmado. Y de seguir la “inflexibilidad” para dar respuesta, nosotros seguiremos con la huelga de hambre y sumando a alguien cada 48 horas, concluyó. EC
