La multinacional española OHL envió de forma “inusual” y sin justificación empresarial 2.5 millones de dólares a Suiza en 2007, según confirma un directivo de la empresa en México. Adolfo Soto aseguró que el dinero fue a parar a una cuenta de una sociedad controlada por Adrián de la Joya, empresario español que reconoció en juzgados que dichos fondos tenían como destinatario a Ildefonso de Miguel, hombre de confianza de Ignacio González, expresidente de la Comunidad de Madrid. Según relata una investigación de El Español, la declaración del directivo Adolfo Soto permanece secreta, pero en la Operación Lezo se muestran partes de ésta. “Oído en declaración en calidad de testigo, Adolfo Soto –uno de los directivos de OHL en México que firmó la orden de transferir los fondos- explicó que de una manera inusual recibió las órdenes de realizar esos pagos directamente desde Madrid, concretamente explica que fue Felicísimo Ramos quien se lo ordenó. Además, Adolfo Soto dijo que no tuvo respuesta cuando trató de recabar justificación que justificara esos pagos en el año 2007-2008”. Esta declaración abrió una nueva ronda de pesquisas por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil. El dinero habría servido para abonar fuertes mordidas por la concesión del contrato para la línea ferroviaria que une las localidades de Móstoles y Navalcarnero en Madrid. Los agentes contaron con dos documentos para acreditar la versión de Soto: el primero, un correo de 2007 donde se daba orden a la sucursal en México para realizar los traspasos; la segunda es el número de cuenta donde se entregaría el dinero, con el IBAN y los datos bancarios Ni la auditoría interna de OHL pudo detectar dichas transferencias, y fue incapaz de dar explicaciones sobre las mismas, cuando fueron reveladas sobre los presuntos pagos a responsables de la Comunidad de Madrid por parte de la constructora. Felicísimo Damián Ramos fue el primero en ser investigado por la Guardia Civil, aseguró que sí dio instrucciones para las transferencias, pero fue una orden que recibió de un superior, un “miembro del Consejo de Administración”, que lo remite al correo localizado en su casa a Tomás García Madrid, quien figuraba, hasta hace cuatro meses, como consejero delegado del grupo OHL. Aunque el directivo de la constructora negó saber el motivo de la transacción. “Nunca supe los motivos de las transferencias y no recuerdo qué hice con la solicitud de documentación de justificación que me hicieron los trabajadores de OHL en México”. También declaró Rafael Martín de Nicolás, superior de Tomás García Madrid, y que dijo que “la orden (la dio) una autoridad incuestionable para él”.