La política de seguridad del presidente Andrés Manuel López Obrador comenzó a ser cuestionada con mayor severidad por los mexicanos durante el tercer trimestre de este año, periodo que coincide con los debates más intensos sobre la militarización.
De acuerdo con la más reciente encuesta del Grupo de Economistas Asociados (GEA) e Investigaciones Sociales Aplicadas (ISA), 55 % de los entrevistados desaprueba las acciones realizadas por el gobierno federal para combatir al crimen organizado, la cifra más alta desde que arrancó el sexenio.
En cambio, sólo 36 % avala la estrategia del presidente López Obrador, el porcentaje más bajo en lo que va de su gestión.
Este mismo lunes, el diario El Financiero divulgó su encuesta sobre desempeño gubernamental, la cual arroja que 60 % de los entrevistados opina que el país va “mal” o “muy mal” en seguridad pública, contra
25 % que estima que va “bien” o “muy bien”.
Según el sondeo de El Financiero, la opinión está polarizada sobre la militarización del país. El 49 % piensa que la Guardia Nacional debe depender de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), contra 45 % que considera que debe tener un mando civil.
Sobre la iniciativa para que las Fuerzas Armadas amplíen hasta 2028 sus labores en seguridad pública, 50 % opina que el Senado debe aprobar el proyecto, mientras que 43 % estima que se debe rechazar.
Entre julio y septiembre, los legisladores federales discutieron dos iniciativas clave en el combate a la criminalidad: la reforma que autoriza que la Sedena asume el mando de la Guardia Nacional y aquella que autoriza que las Fuerzas Armadas estén en tareas de seguridad pública seis años más.
La tercera encuesta trimestral de GEA-ISA revela que 56 % de los encuestados opinó que las organizaciones criminales han crecido y se han vuelto más violentas, la proporción más alta en lo que va de la llamada Cuarta Transformación; en contraste, 40 % considera que las bandas han disminuido y son menos violentas, el porcentaje más bajo desde finales de 2018.
Otra señal de la desaprobación a la estrategia anticrimen del presidente López Obrador —basada en elevar los apoyos sociales y reducir los combates frontales a los delincuentes— es que 57 % de los entrevistados opina que la política de seguridad debe cambiar (el porcentaje más alto en lo que va del sexenio), mientras que 32 % considera que debe seguir (el porcentaje más bajo).
Entre las novedades que muestra la encuesta trimestral de GEA-ISA es un crecimiento abrupto de los mexicanos que basan su desaprobación a la gestión de López Obrador en el argumento de que “ha tenido malos resultados”. Un 32 % de los encuestados dijo desaprobar al gobierno por la falta de resultados (la proporción más alta en lo que va del sexenio), 26 % dijo que el mandatario “no me representa” y 17 % estima que “es un líder autoritario”.
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Desaprobación presidencial, sobre una base económica