En concordancia con los ideales de la Cuarta Transformación, el gobernador Rubén Rocha Moya anunció hoy que Sinaloa será el primer estado que ya no creará programas sociales estatales ni municipales, para adoptar íntegramente la política federal de combate a la pobreza, lo que despertó sospechas entre expertos en desarrollo social por la posible desaparición de acciones locales, además de que iría en contra de la Ley General en la materia.
“Estamos trabajando en fortalecer los programas federales, las de su administración. No vamos a crear programas locales que no tengan la trascendencia que tienen los programas federales. Por eso, vamos a ser el primer estado en acuerdo con el Presidente en un ‘pari passu’, uno a uno, para universalizar la pensión a las personas con discapacidad”, dijo el mandatario estatal esta mañana durante la conferencia matutina.
Al respecto, Marco Fernández, investigador de la Escuela de Gobierno y Transformación Pública del Tecnológico de Monterrey, dijo que “ese acuerdo lo que retrata es que seguramente las finanzas del estado están precarias, y es más fácil subirse a la ola federal”.
El también coordinador de investigación en materia anticorrupción y educación de la organización México Evalúa cuestionó: “¿Dónde está la propuesta del gobernador de Sinaloa para recuperar los aprendizajes a causa del cierre de escuelas por la pandemia? Es más fácil adherirse a la estrategia federal”, dijo.
De acuerdo con la Ley General de Desarrollo Social, las intervenciones gubernamentales para mejorar los niveles de vida de la población no son excluyentes. El artículo 13 señala que “la planeación del desarrollo social incluirá los programas municipales; planes y programas estatales; programas institucionales, regionales y especiales; el Programa Nacional de Desarrollo Social; y el Plan Nacional de Desarrollo”.
Adicionalmente, los programas federales no han comprobado plena eficacia. Un análisis realizado por Coneval a los programas prioritarios del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador revela que de 17 acciones esenciales, sólo seis han comprobado tener buenos resultados.
Los otros 11 —entre ellos la Pensión para personas con discapacidad, Sembrando Vida, Jóvenes Construyendo el Futuro, Fertilizantes, desarrollo rural y Universidades Benito Juárez— tienen fallas en su enfoque, población objetivo y cumplimiento de metas, por lo que aún son perfectibles.
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