Seguro la palabra dieta te aterra, pero cuando tu intención es bajar de peso o llevar una vida saludable, acabamos por aceptar el reto. La dieta mediterránea es un régimen de alimentación amigable, no solo es un plan de nutrición, sino un estilo de vida. Según el libro del especialista Gerard E. Mullin, La Biblia de la Salud Intestinal, en esta dieta debes incluir los siguientes grupos de alimentos:
- Alimentos de origen vegetal en abundancia
- Leguminosas, frutos secos y semillas
- Aceite de oliva como grasa principal
- Queso y yogurt como producto lácteo
- Pescado en cantidades de moderadas a altas
- Aves como principal fuente de proteína animal
- Consumo semanal de huevo
- Ingesta de vino tinto de baja a moderada
- Inclusión de carne roja magra
- Postres ocasionales (una vez por semana)
- Alimentos frescos y de temporada
- Cereales y panes
La Dieta Mediterránea facilita la pérdida y el mantenimiento del peso corporal, así como mejora los patrones alimenticios que las “dietas milagro” no logran. Aquellos que han probado esta dieta, logran reducir sus niveles de colesterol, LDL y la tensión sanguínea. Además, es un factor para alargar la esperanza de vida, reduce los problemas por cardiopatías, cáncer y otras enfermedades crónicas relacionadas con la alimentación. [gallery ids="765237,765238,765236"] El Departamento de Ciencias Nutricionales de la Universidad de Connecticut, revisó datos de varias dietas y la mediterránea acompañada de ejercicio regular, tiene un mayor impacto en el síndrome metabólico, aún sin que hubiera pérdida de peso. ”La conexión entre la alimentación, estrés y salud en general, tanto del cuerpo y espíritu se han perdido por completo. Y está científicamente comprobado que esta desconexión entre cómo comemos, interactuamos y vivimos, es lo que contribuye a la obesidad y enfermedades crónicas”. Prueba esta dieta que, combinada con ejercicio, te dará unos resultados sorprendentes y sin mucho sacrificio.
