La compañía de Elon Musk ha perdido en valor de mercado 109 mil 826 millones de dólares —poco más de unas 20 veces el capital que inyectará para construir su gigafábrica— desde que el presidente Andrés Manuel López Obrador dio el anuncio en Palacio Nacional de que habría sostenido una llamada telefónica con el CEO de Tesla y lo habría convencido de instalarse en el municipio de Santa Catarina, Nuevo León, a un costado de Monterrey, y las acciones de la compañía no han dejado de descender.
Los títulos bursátiles del gigante automotriz han descendido desde el anuncio 16.72 %, una fuerte caída a la par de que los directivos de Tesla están sosteniendo reuniones con el gobierno mexicano para ultimar detalles sobre la construcción de la megaobra en el estado de Nuevo León.
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La inversión que hará la compañía estadounidense será de cerca de cinco mil millones de dólares y deberá estar lista la primera etapa del proyecto en este mismo año, ha asegurado Samuel García, gobernador del estado. La firma de autos eléctricos ya ha lanzado las primeras ofertas de trabajo para laborar en la planta que aún no se construye, principalmente con el perfil financiero.
Aunque el anuncio de la planta coincide con la caída en las acciones en el mercado, no es la única causa que ha enfadado a los inversionistas, ya que el gobierno de Estados Unidos ha abierto una investigación a la compañía para analizar los vehículos y los procesos de manufactura tras defectos en la conducción autónoma.
Tan solo en la sesión de este jueves, los papeles de Tesla cayeron un 4.99 %, o 9.08 dólares.
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