Desde abril Zaldívar sabía que fracasaría
Al interior de la Suprema Corte la intención de ampliar su mandato profundizó la fractura entre los ministros; de continuar así, advirtió al consejero jurídico de la Presidencia, no tendría el respaldo que se necesitaba para otros cambios

Primero se intentó incluir la ampliación del mandato del ministro Arturo Zaldívar en la Constitución, pero el senador Ricardo Monreal advirtió al consejero Jurídico de la Presidencia, Julio Scherer que sería imposible conseguir los votos. Pero pronto se resolvería y se incluyó en la reforma a al Ley Orgánica del Poder Judicial.
De estos planes no supo antes el ministro Arturo Zaldívar, pero se enteró muy pronto. La información recabada de distintas fuentes coinciden en que fue en una de las frecuentes reuniones con Scherer, que se enteró que el presidente Andrés Manuel López Obrador quería que permaneciera como representante del Poder Judicial de la Federación.
Las razones, la extraordinaria relación entre el ministro Zaldívar y López Obrador, la idea de un altísimo nivel de corrupción dentro de la judicatura que debía garantizarse, y la necesidad de una alianza entre el Ejecutivo y el Poder Judicial que permitiera “facilitar” algunos procesos legales.
Monreal tenía los votos. Para el 15 de abril de este año, cuando la reserva había sido añadida de último momento para su aprobación con mayoría de votos en el Senado de la República por legisladores de las bancadas de Morena y sus aliados del PRI y el Verde Ecologista, se había extendido el mandato de Zaldívar y de los Consejeros de la Judicatura Federal.
Desde Palacio Nacional se decidió presionar, de allí los comentarios de López Obrador sobre la corrupción de los ministros de la scjn.
El malestar fue inmediato. Fue entonces que Zaldívar comenzó a reunirse, uno a uno, con sus compañeros. Pretendía convencerlos o al menos hacer un control de daños. Pero pronto se daría cuenta, y así lo haría saber a Palacio Nacional, que no sólo no tenía el apoyo, sino que profundizaba la fractura al interior de la Suprema Corte.
La ministras Norma Piña y Yasmín Esquivel no aceptaron encontrarse con el presidente de la Corte, tampoco el ministro Luis Aguilar. Algunos que sí se encontraron con Arturo Zaldívar mostraron sus dudas sobre la constitucionalidad del transitorio.
Desde entonces, coinciden los distintos funcionarios consultados, el también presidente del Consejo de la Judicatura Federal sabía que no tenía los votos, apenas dos. Incluso que no podría influir para cambiar el ánimo. Las sesiones privadas, desde entonces, fueron más tensas.
Desde Palacio Nacional se decidió presionar a los ministros, de allí los constantes comentarios de López Obrador sobre la corrupción de los ministros y la necesidad de que permaneciera Zaldívar como presidente del máximo órgano de justicia del país. Pero no fue suficiente, incluso los propios ministros designados en su gobierno hicieron saber sus dudas sobre su apoyo, el argumento central era que el costo sería muy alto, un lastre para la credibilidad futura de la Suprema Corte.
Para comenzar a deslindarse de esa modificación legal que colocaba a Zaldívar hasta 2024 y a los consejeros de la judicatura hasta 2026, el ministro Zaldívar el viernes 23 de abril, habló públicamente sobre ello y aseveró: “ejerceré el cargo por el periodo para el cual fui electo por mis pares” y aseguró que se mantendría pendiente sobre alguna controversia constitucional en contra de dicho transitorio y que acataría lo que, en su caso, resolviera el Pleno de la Corte acerca si es o no constitucional ampliar su periodo.
En su pronunciamiento publicado en su cuenta de Twitter, tras la aprobación de la Cámara de Diputados, el ministro aseguró que es a través de las sentencias como las personas juzgadoras deben y esperan ser evaluadas.
Y refrendó que continuará con la defensa de la independencia y la autonomía del Poder Judicial de la Federación. Tampoco funcionó, pero al mismo tiempo, coinciden las fuentes, el presidente López Obrador insistía en privado en la necesidad de que se consumara la prolongación del mandato de alguna forma.
El pleno de la SCJN ha sido blanco de la controversia a nivel nacional por la ampliación del periodo de Arturo Zaldívar como ministro presidente
El lunes 7 de junio, al día siguiente de las elecciones, se publicó en el Diario Oficial de la Federación el decreto por el que se expidieron las reformas a la Ley Orgánica del Poder Judicial, y la tensión interna aumentó. Así que el ministro Arturo Zaldívar decidió, tras charlar con el consejero Jurídico de la Presidencia, que habría que tratar de disminuir los daños, y ocho días después, el 14 de junio pasado, el presidente de la Corte hizo público el escrito por el que activó el procedimiento para que el Pleno de la SCJN se pronunciara al respecto de la constitucionalidad del artículo décimo tercero transitorio de la reforma judicial.
En respuesta a las cuatro preguntas en las que el ministro planteó para la consulta extraordinaria en el Pleno de la Suprema Corte determinara si era constitucional o no la ampliación de su mandato, el presidente López Obrador volvió a presionar y cuestionó que los ministros no apoyaran la prórroga, pues acusó que la mayoría “fueron puestos en el antiguo régimen”.
La consulta con la que se definirá la ampliación del mandato del ministro presidente de la Suprema Corte fue admitida y turnada al ministro, Franco González Salas, quien mantuvo en total reserva su proyecto y evitó cualquier comentario. Fue hasta el lunes de esta semana cuando se conoció y que declaraba que el transitorio era inconstitucional:
“Quedó acreditado que efectivamente se viola lo dispuesto en normas de la Constitución, cuando su texto es claro y preciso, lo que procede es determinar la prevalencia, exclusivamente, de las normas fundamentales violadas y, por ende, la inaplicación del artículo Décimo Tercero transitorio del Decreto por el que se expide la Ley Orgánica del Poder Judicial”.
El ministro Zaldívar lo supo antes y convocó a conferencia de prensa antes de que se conociera. Desayunó con el presidente López Obrador y en la charla se habría comentado que ni siquiera contaba con seguridad con los votos de los ministros que él había apoyado, por lo que la salida era no continuar, pero se habría comprometido a limpiar de corrupción al Poder Judicial antes de que termine su mandato.
Al interior de la Corte no hubo más explicaciones por parte del ministro presidente. En sesión privada se acordó resolver en no más de tres semanas el tema, comenzando por las controversias presentadas por el Senado y la Escuela Libre de Derecho, y al final la consulta planteada por Arturo Zaldívar.