Desde 2015, el GIEI usó testigos que mentían para señalar al Ejército

17 de Octubre de 2024

Desde 2015, el GIEI usó testigos que mentían para señalar al Ejército

El exjuez Ulises Bernabé, quien logró asilo en EU, mintió a los expertos y desde 2020 lo sabía el fiscal Gómez Trejo; apenas ahora pretendían obtener una segunda orden en su contra, pero fue cancelada

Desde hace más de dos años el fiscal Omar Gómez Trejo y los integrantes del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) ya no podían tener dudas, uno de los testigos que ellos habían interrogado, y que habían usado para lanzar sus primeras acusaciones contra el Ejército en 2015 (en lo que insistirían en sus siguientes informes), les había mentido, y que se confirmaba plenamente que entregó a por lo menos 17 de los normalistas de Ayotzinapa a los policías municipales, que los desaparecieron.

Gómez Trejo, en breve exfiscal del caso, desde 2015 era secretario técnico del GIEI y que conocía el testimonio de Ulises Bernabé, que era juez de barandilla en Iguala cuando ocurrió el ataque a los estudiantes y les aseguró que los jóvenes no habían estado en esas instalaciones municipales.

Los integrantes del GIEI incluso fueron a interrogarlo a un centro de detención en Estados Unidos, a donde huyó pidiendo asilo por una supuesta persecución del gobierno, y se la otorgaron. En sus informes los expertos colocarían que aparentemente sí habían estado los normalistas en las instalaciones, pero que eran elementos del Ejército quienes los vieron con vida, gracias al testimonio del juez:

“Nos revisan toda la comandancia, prácticamente duraron como 15 minutos ahí. Entraron 6-7 militares que revisaron el área de barandillas, las celdas, el área dónde están las motonetas, la oficina administrativa… este y las demás oficinas también de cómputo. Y pues en ese momento yo estoy en mi oficina en la parte exterior, y ya se acerca y me dice ‘que si yo tuviera algún dato sobre la moto, le avisara”. Ellos se enfocaron en su versión de la motoneta blanca y revisaron la comandancia. Nunca me dijeron que si yo tenía algún estudiante, no”.

Sin embargo, el 5 de junio de 2020, ya bajo la gestión de Gómez Trejo, un testigo llamado José Pérez de León relató: “Ulises el juez decía a gente que estaba ahí ‘hubieras visto’, entendí que se burlaba de la situación en la que tuvieron en la noche a los muchachos, inclusive policía de la preventiva municipal, parecía que hasta pelearon por a cuántos mataron, decían que hasta el licenciado Ulises, que era el juez, los interrogó”.

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El ciudadano que acudió un día después del ataque a la oficina de barandillas por un asunto personal y añade más adelante en su declaración: “me encontraba en la ventanilla de atención y al lado derecho estaba una computadora, la cual estaba encendida y en pantalla veo una foto que parecía que era el patio de la barandilla, se veían 17 personas del sexo masculino, eran dos filas de jóvenes acostados bocabajo se veía en la foto que los tenían al piso entre las oficinas que atiende la barandilla”. El testigo incluso dibujó la escena que vio al equipo del fiscal.

Ese testimonio lo utilizaría el fiscal para solicitar una orden de aprehensión apenas en 2022, contra Ulises Bernabé (desde 2015 existe una en su contra), ahora sí, Gómez Trejo lo consideró responsable de la desaparición de los normalistas. Pero fue una de las que desistió la FGR.

Ahora el exjuez de barandilla, contra quien existen testimonios de integrantes del grupo criminal de Guerreros Unidos y excolaboradores, que confirman que quienes se llevaron a los estudiantes fue el exdirector de la policía de Cocula, César Nava.

Otro personaje contra quien Gómez Trejo no actuó fue el entonces presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, Ramón Navarrete Magdaleno, quien ahora es magistrado en Guerrero, y quien en su momento sostuvo que el juez Bernabé decía la verdad, que no habían ingresado estudiantes a las instalaciones de barandillas.

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