Desde 2010, la DEA supo de nexos de García Luna con el narco

25 de Diciembre de 2024

Desde 2010, la DEA supo de nexos de García Luna con el narco

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El agente Madrigal señaló que tras 
su captura, Sergio Villarreal reveló 
posibles vínculos entre el entonces 
secretario y el Cártel de Sinaloa

Desde la captura de Sergio Villarreal El Grande, lugarteniente de los Beltrán Leyva detenido en septiembre de 2010, la Administración de Control de Drogas (DEA) conoció de los supuestos vínculos entre el entonces secretario de Seguridad Pública Federal, Genaro García Luna y de varios de sus colaboradores cercanos con el Cártel de Sinaloa, según declaró hoy un agente especial de dicha agencia.

En el décimo día del juicio de García Luna en Estados Unidos, el agente antidrogas, Miguel Madrigal, quien se mantuvo laborando en México entre 2008 y 2015, aseguró que fue El Grande quien alertó a la agencia estadounidense sobre el posible nexo entre Édgar Enrique Bayardo del Villar, entonces comandante de la Policía Federal y hombre de confianza para García Luna, con Jesús El Rey Zambada García.

Además de las declaraciones del lugarteniente de los Beltrán Leyva a las pocas horas de haber sido detenido en un operativo de la Marina en Puebla, Madrigal aseguró que logró ver un video en el que se apreciaba la camioneta de Bayardo del Villar afuera de la casa del hermano de El Mayo Zambada, en cuya detención supuestamente la corrupción al interior de la SSP de García Luna y de la PF permitieron a Sergio Villarreal y otros sicarios de los Beltrán participar en el operativo.

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Sin embargo, a pesar de que supuestamente los agentes de la DEA alertaron sobre dichos nexos a Víctor Gerardo Garay Cadena, quien fungía como comisionado de la Policía Federal, y también ha sido señalado por vínculos con el Cártel por varios testigos, ninguna investigación prosperó y la cooperación en seguridad se mantuvo.

Tras la captura de El Grande, Enrique Bayardo prácticamente se entregó a las autoridades estadounidenses para convertirse en testigo protegido y colaborar en las investigaciones sobre las relaciones de las autoridades y los capos de la droga, pero en noviembre de 2015, antes de que hiciera revelaciones importantes, fue asesinado a las afueras de una cafetería en la colonia Del Valle de la ciudad de México.

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