Hasta ahora se pensaba que en el cerebro había dos tipo de células: las neuronas o células nerviosas, que son las que realizan las funciones del cerebro, y la glía o astrocitos, las células que alimentan y sostienen de diversas maneras a las primeras; pero ahora se descubrió un tercer tipo celular que conjunta ambas funciones y que podría explicar algunos procesos cerebrales.
Según un estudio publicado hoy en la revista Nature, se detectó en tejidos de ratón y de humano, que algunos de los astrocitos (llamados de esta forma porque tienen forma de estrella) tendrían características para participar activamente en la transmisión sináptica y, por tanto, en el procesamiento de la información.
Para llegar a esta conclusión, el equipo de investigación, de la Universidad de Lausana y del Centro Wyss de Bio y Neuroingeniería en Ginebra, utilizó primero técnicas de alta precisión para detectar en los astrocitos la presencia de la maquinaria de liberación de vesículas del neurotransmisor glutamato.
A continuación, el equipo usó una técnica de visualización que les permitió observar el glutamato liberado por vesículas (como sucede en las neuronas) en tejidos cerebrales e incluso en ratones vivos.
Hemos identificado un subgrupo de astrocitos que responden a estimulaciones selectivas con liberación rápida de glutamato, que se produjo en áreas espacialmente delimitadas de estas células que se parecen a las sinapsis”, dijo en un comunicado de prensa Andrea Volterra, codirectora del estudio.
Los resultados de la investigación sugieren que estos astrocitos tienen efectos sobre la consolidación de la memoria, pero también se observaron vínculos con la epilepsia, pues tienen la capacidad de exacerbar las convulsiones.
Además, parecen tener un papel en la regulación de los circuitos cerebrales implicados en el control del movimiento, por lo que podrían ofrecer dianas terapéuticas para la enfermedad de Parkinson. Por lo pronto, el equipo de investigación buscará si tienen relación con la enfermedad de Alzheimer.
Esperanza. El descubrimiento también podría ayudar en el tratamiento de la enfermedad de Parkinson.
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