Descalabro económico a las familias mexicanas

28 de Noviembre de 2024

Descalabro económico a las familias mexicanas

economía mexicana

La recaudación fiscal ha obtenido la mayor recaudación de ingresos por impuestos, algo que golpea a los hogares del país

La actual administración ha logrado superar con creces a las anteriores en la recaudación fiscal, se ha vuelto más efectiva con más auditorías a los grandes contribuyentes y punitiva en las transacciones. Pero también ha obtenido la mayor proporción de los ingresos por los impuestos al consumo, es decir, a todo lo que compran las familias, y esos productos o servicios tienen una carga impositiva, lo que está dejando un mayor ingreso a las arcas públicas.

Al mismo tiempo estos gravámenes desgastan los bolsillos de los hogares. Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), los más ricos son los que menos contribuyen en el pago de impuestos, mientras que los hogares son los cautivos, pero en donde los más pobres son los que tienen el mayor daño al tener que destinar más dinero de sus bajos ingresos para adquirir los productos que necesitan para poder subsistir. Esto se traduce que mientras los pobres aportan el 22 % de sus ingresos a la carga impositiva, los ricos sólo 10 %.

Tan solo el año pasado de todo lo que el gobierno captó en ingresos tributarios y no tributarios, los gravámenes al consumo como el Impuesto al Valor Agregado (IVA) y el Impuesto Especial sobre la Producción y Servicios (IEPS) representaron más del 20 % de todo el dinero.

›El IVA en 2022 representó un ingreso de un billón 221.8 mil millones de pesos, un aumento neto de 8.73 % frente al año pasado, o de 32.5 % con relación al último año de la administración del expresidente Enrique Peña Nieto.

Mientras que el IEPS, sin contar el de gasolinas, aumentó 11.6 %, y frente al 2018 hay un incremento de 23.1 %, que es un impuesto que es implementado en ciertos productos con la finalidad de obtener recursos por posibles daños que causan a la salud y que cuestan más al gobierno.

Se debe destacar que los artículos que tienen IEPS también cuentan con el IVA, por lo que su doble tributación los hace más costosos, un fenómeno al que los hogares no pueden huir, ya que prácticamente todas las mercancías tienen uno o los dos impuestos.

Si bien hay productos como los medicamentos o alimentos y productos de la canasta básica que tienen una tasa cero o están exentos, la mayoría los contempla y el gasto debe de hacerse.

Aunque son cargas impositivas con destinos diferentes (IVA e IEPS), es decir, una para el gasto público en general, y la segunda, dedicada a los rubros de salud, en ambas situaciones diluyen el ingreso familiar, y aunque son parte del sistema de las finanzas públicas para obtener recursos y que éste camine, la realidad es que el peso no es equitativo.

Dejemos atrás la comparativa contra lo que pagan los ricos, ahora veamos cómo es la situación contra otros ingresos del gobierno, como las ventas petroleras o la electricidad, ya que Petróleos mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) son jugadores importantes en los “beneficios” del Estado.

Para dimensionar con lo que contribuye al gasto público la recaudación de los impuestos al consumo de los hogares y de las empresas privadas (20.3 %), contra lo que abona Pemex y CFE, los números dejan en claro que el piso no es parejo.

El Estado ha peleado para salvar a Pemex y presumir su importancia, pero solo aportó el 12.8% de los ingresos que necesitó el gobierno para funcionar el año pasado.

Es decir, en dinero contribuyó con 841 mil 435.8 millones de pesos. Pero lo contradictorio es que la misma empresa necesitó recursos por 670 mil 844.5 millones de pesos, el 10.2 % de lo que ingresó al gobierno, un gran gasto que no es redituable al considerar las cantidades.

Al final, se reduce a una participación de 2.6 %, una gran diferencia de lo que se obtiene de los hogares cautivos.

Asimismo, la Comisión Federal de Electricidad (CFE), la otra empresa productiva del gobierno bajo el mando de Manuel Bartlet, solo aportó el año pasado el 6.4 % al ingreso público, pero costó el 8.3 % de todo lo que pudo captar el año pasado la administración, por lo que estas empresas se vuelven pesadas y realmente están operando con los ingresos de otros rubros.

Pero además, se debe de considerar que Pemex tuvo este balance positivo gracias a que los precios del petróleo se dispararon el año pasado, ya que si tomamos la información de 2021, antes de que se dispararan los precios de los energéticos, Pemex sólo aportó 13 %, pero representó el 9.8 % de lo que gastó de esos ingresos, mientras que los hogares y las empresas, es decir, los impuestos al consumo representaron 25.5 %, una cuarta parte de lo que ingresó al gobierno en ese año.

Para ejemplificar basta voltear a ver a la mayoría de los artículos que han aumentado lo que proporcionalmente es un mayor beneficio pese a ser el 16 % de IVA, y aunque, en el caso de los productos que aplica IEPS es una cuota fija pero se suma al IVA, es decir se paga doble tributación.

Y este artículo sólo se refiere a los impuestos de consumo, sin incluir cargas impositivas como el Impuesto Sobre la Renta (ISR), o los impuestos municipales que también diluyen los ingresos haciendo más pobres a los pobres.

En el caso del ISR, el impuesto es obligatorio para todos los que ofrecen un bien, un servicio o su trabajo y debe pagarse para no incurrir en una evasión fiscal que hoy es considerada una falta penal. El año pasado se alcanzó un récord de recaudación de ISR por 2 billones 269.6 mil millones de pesos, que por sí solo representó el 34.4% del ingreso del gobierno federal.

Las cargas impositivas que necesita el Estado para operar son necesarias, no obstante, la forma de distribución de esos recursos hace que estos impuestos sean considerados abusivos debido a que no se reflejan en los servicios que los contribuyentes deben recibir, tanto en salud, educación, infraestructura entre otros que quedan muy lejos de cumplir su misión que están establecidos constitucionalmente.