XALAPA, Ver. Lo que inició como un acto simbólico entre empresarios terminó con el uso de la fuerza pública en pleno palacio de gobierno. Cerca de una veintena de empresarios se manifestaron este lunes en Xalapa para exigirle al gobierno de Miguel Ángel Yunes Linares el pago de 300 millones de pesos para 80 empresas. Este adeudo se viene arrastrando desde el sexenio de Javier Duarte y el compromiso del nuevo gobierno, y durante la campaña, de Miguel Ángel Yunes Linares era el pago a proveedores del estado. Pasadas la nueve de la noche un grupo de policías estatales y agentes vestidos de civil ingresaron a la sala de espera de la oficina del gobernador para desalojar el edificio. Distinto a lo que pasó en 2016, cuando un grupo de alcaldes panistas y perredistas acudieron a reclamar el pago de sus partidas federales comandados por el hijo del actual gobernador, Miguel Ángel Yunes Márquez, en esta no hubo campamento dentro del palacio. “Entraron unos hombres uniformados y otros de civil y sí nos amenazaron. Nos dijeron cosas terribles, desde ‘de esta no te salvas’ o te ‘vamos a matar’ (…) a mi esposa la lastimaron”, asegura el empresario Alejandro Cossio, ex diputado panista y ahora empresario en el ramo de salud. El reclamo no es sólo para este gobierno. Desde finales del sexenio duartista los empresarios reclamaron el pago de sus servicios a secretarios de finanzas y al titular del ejecutivo; durante la campaña a la gubernatura de 2016 Miguel Ángel Yunes Linares les pidió su apoyo y se comprometió a pagar las deudas. “La deuda original era de 11 mil pesos. Yunes se negó a pagarle a todos los empresarios, por el asunto de las empresas fachada, por lo que inició un proceso de reclama y acreditación que nosotros pasamos y no es justo que sigamos sin recibir lo que nos corresponda. Muchos compañeros se fueron a la quiebra por estos adeudos”, dice Jesús Castañeda Nevarez, presidente de la asociación Empresarios SOS A. C. Desde la toma de la sala de espera comenzaron a llegar refrescos, botellas con agua purificada y hasta pizzas de la tienda Costco para que los manifestantes almorzaran. El único empresario que se comunicó con ellos fue Hipólito Cano, secretario particular de Rogelio Franco, Secretario General de Gobierno, que pidió “retiraran la lonas de protesta y se fueran a la Secretaria de Finanzas”, donde serían atendidos, “pero hasta el jueves”. “No estamos pidiendo regalado ni limosna. Es lo que nos corresponde por ley y a lo que se comprometieron. Por eso estamos en Palacio, si el hijo del gobernador pudo estará aquí, por qué nosotros no”, amplía Jesús Castañeda.
No hubo negociación ni recibimiento
Durante la manifestación afuera de palacio de gobierno, Yunes Linares salió a platicar al balcón con su jefe de oficina, Jesús Muñoz Ganem. “Nos tratan como delincuentes” A las ocho de la noche los accesos a Palacio estaba bajo llave. Horas antes Alejandro Cossio y su compañera Marisol Aburto intentaron ingresar una cafetera y un paquete de agua embotellada. Los policías estatales impidieron el paso de ambos e iniciaron los jaloneos contra los empresarios; “me rompieron la ropa, la camisa y parte del pantalón”, muestra Cossio. Al final sí se pudo ingresar la cafetera y el agua pero el tiempo estaba medido para los manifestantes. Cinco mujeres empresarias se quedaron fuera esperando a sus compañeros.
Los policías llegaron con la orden de desalojar
“Nos trataron como si fuéramos delincuentes. Como si lo que venimos a hacer fuera un atraco al gobierno del estado. No merecía este trato ni que se hayan lastimado a mujeres (…) es un escenario inédito para nosotros y para la sociedad veracruzana”, agrega Jesús Castañeda.
Gobernador presuntamente monitoreaba desalojo
El grupo de manifestantes asegura que durante la operación de los policías lograron captar a un hombre con camisa azul que “grababa con su celular lo que decíamos y pasaba”.
En la imagen se aparecía una videollamada donde se refleja el rostro de un hombre, muy parecido al del gobernador Miguel Ángel Yunes Linares. “El tipo se dio cuenta que lo estábamos grabando y comenzó a mover el celular de un lado a otro”, dijo uno de los empresarios que prefirió el anonimato. En un comunicado difundido la noche del lunes, la oficina del gobernador desconoció esos adeudos y dijo, una vez más, que se tratan de “cómplices” de Duarte. “A las 21:00 horas, en que concluyen las actividades del personal de base en Palacio de Gobierno, se les solicitó amablemente se retiraran, negándose a hacerlo, razón por la cual el personal de seguridad y custodia procedió a retirarlos del área (…) se ordenó analizar si las cuentas que pretenden cobrar al Gobierno del Estado, derivadas de presuntos contratos con Javier Duarte de Ochoa, tienen sustento legal o forman parte de los adeudos ficticios que cómplices del ex gobernador han pretendido que pague este gobierno, lo que no sucederá”. Los empresarios anunciaron una conferencia de prensa durante la mañana de este martes donde presentarán sus medidas legales.
