Una persona murió, otra resultó herida y al menos diez se reportaron como desaparecidas, luego de que una parte del Cerro del Chiquihuite se desgajó y cayó sobre viviendas de una colonia densamente poblada del municipio de Tlalnepantla, Estado de México.
El secretario de Gobierno mexiquense, Marco Antonio Rodríguez Hurtado, informó que al menos dos casas se derrumbaron y otras diez sufrieron daños, luego de que grandes rocas cayeran sobre las casas afincadas en las laderas del cerro.
Ante un intenso frío y el constante descenso de agua desde la parte alta del cerro, cuerpos de emergencia iniciaron las labores de búsqueda y remoción de escombros, mientras decenas de familias desalojaban sus hogares, apenas recogiendo lo indispensable ante el temor de más desprendimientos.
Especialistas señalan que los recientes sismos y las constantes lluvias son factores que pueden propiciar más derrumbes en la zona. “Estamos esperando que nos den indicaciones si vamos a hacer el desalojo o nos vamos a quedar, no sabemos”, dijo preocupado Juan Carlos Valdés, cuya casa se ubica apenas a unos metros de donde cayó la roca.
Emanuel Martínez, también vecino de la misma colonia Zona Industrial La Presa acudió a auxiliar a sus familiares para recoger lo más que pudieran sacar de sus pertenencias, pues señaló que las propias autoridades les dijeron que, “sí está un poquito feo, que evacuemos todo porque puede que colapse”.
El ingeniero geólogo Alejandro Salazar Méndez señaló a ejecentral que si bien el desprendimiento de roca es parte de un proceso de erosión natural que va a continuar, precisamente en esa cara del cerro perteneciente a territorio mexiquense no se advierte la instalación de los sistemas de gaviones, de anclas y muro de contención, como los que se colocaron en la cara que da hacia la Ciudad de México en busca de mitigar un poco este tipo de desprendimientos, dejando aún más desprotegida la zona.
“De las dos caras del cerro hay sistemas de fallas donde se desliza un bloque y va cayendo como si fuera un escalón completo, una cara cayó hacia un lado y la otra hacia el otro lado y la elevación del cerro que es inestable. Son muchos los factores, pero aunado a que el agua está percolando y está
sobresaturando el terreno posiblemente las lluvias y el sismo del martes, cuya perturbación sí fue perceptible en la zona, fueron detonantes para que se moviera la roca, pero es un conjunto de eventos”.
De acuerdo con Salazar Méndez, pese a la colocación de los sistemas de muros de contención, anclas o incluso otros procesos altamente costosos en ingería como el inyectar concreto dentro de las fracturas resultan suficientes para detener a largo plazo la caída de las estructuras en un terreno tan inestable donde en los últimos años la zona urbana siguió creciendo y subiendo más en el cerro.