Una nueva variante del coronavirus, producto de la combinación de Delta y Ómicron, comenzó a expandirse en Francia, y se ha encontrado en otros países.
A diferencia de otras variantes, las secuencias de Deltacron revelan que incluso entre su propio linaje hay variaciones con características distintas; esto quiere decir que las muestras de Europa son ligeramente diferentes a las de Reino Unido y de EU.
Deltacron fue detectada por primera vez en febrero en un paciente francés que se infectó al mismo tiempo con dos variantes circulantes en Europa, lo que permitió una recombinación genética.
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