El poderío y expansión del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) lo ubican como la organización criminal más peligrosa del país. Informes de inteligencia de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) indican que además de la capacidad de fuego, la estructura regional que ha consolidado el cártel liderado por Nemesio Oseguera Cervantes El Mencho le ha implicado mayor dominio territorial.
De acuerdo con los diagnósticos delictivos elaborados por la Defensa Nacional entre junio-julio de este 2022, revelados por el grupo de hacktivista “Guacamaya”, el CJNG es la organización delictiva con la mayor cantidad y despliegue de “perfiles con influencia” como generadores de violencia activos.
Muestra de ello, según los documentos revisados por este diario, es que de los al menos 111 “generadores de violencia” activos en los estados de Colima, Nayarit y Jalisco, este último bastión del CJNG al tener presencia en todas sus regiones, se trata de líderes y mandos al servicio del Cártel Jalisco Nueva Generación.
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Con base en los diagramas de las estructuras del cártel en esos estados se identifica una organización mediante la instalación de células regionales, con identidad y organización jerárquica propia, entre las cuales figura un grupo, denominado “Fuerza Especial del Alto Mando CJNG”, encargado exclusivamente como escolta personal de El Mencho.
Incluso en el caso de Jalisco, donde la Sedena señala que el CJNG “cuenta con presencia y control en todas las regiones del estado”, al menos cuatro de las ocho células distribuidas en la entidad se habrían creado apenas en 2020.
Con emblemas de cráneos, cuchillos y armas, en colores de negro, blanco y de tipo de militar, así se identifican los diferentes logos de las células que cuentan con al menos uno, en otros casos hasta tres cabecillas, y mandos en un tercero y hasta cuarto nivel; cada uno con un número indeterminado de elementos.
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Y aunque Oseguera Cervantes se ubica a la cabeza de la estructura general de la organización, sólo en Jalisco es donde mantiene el mando, pues en el resto de los estados donde mantiene presencia, el capo figura más como un “líder moral”, pues los informes castrenses indican que cada región cuenta precisamente con al menos un líder y mandos de diversos niveles.
Los documentos de Sedena identifican, por ejemplo, que en el caso de Colima hasta 2021, la principal disputa era entre el CJNG y el Cártel del Pacífico o Sinaloa, sin embargo, una ruptura al interior de la organización que en ese estado está bajo el mando de Julio Alberto Castillo Rodríguez, y la operación regional de Juan Carlos González Valencia El 3, yerno e hijastro de El Mencho respectivamente, originó la conformación de la edición denominada como Los Mezcales.
Pese a dicha ruptura, casi el 40% de perfiles criminales de influencia —es decir 34 de los 88 “generadores de violencia activos” en la entidad donde se mantiene una escalada violenta—, pertenecen al CJNG; mientras que alrededor de 19 serían líderes y mandos al servicio del cártel de Sinaloa y uno 15 más pertenecientes a Los Mezcales.
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