La contribución al Producto Interno Bruto (PIB) de México por parte del sector de la salud bajó del 6.5 % que se observó en 2020 a 6.2% en 2021, revelan las cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Según la oficina mexicana de estadísticas, el valor correspondió a un billón 590 mil 349 millones de pesos, que es el equivalente al 6.2% del total del PIB nacional, e incluye la producción de bienes y servicios finales relacionados con la prevención, recuperación y mantenimiento de la salud humana (4.6 %), así como el trabajo no remunerado en el cuidado de la salud (TNRS, 1.6 %).
El TNRS equivale a 410.4 mil millones de pesos, mientras que lo remunerado fue de un billón 179.9 mil millones de pesos el año pasado.
De la producción de bienes y servicios en 2021 en lo referente a la salud, el sector público produjo el 2.5 % del PIB, mientras que el sector privado aportó el 2.1 %, en la misma magnitud que en 2020, la diferencia recayó en una baja en el trabajo no remunerado que pasó de 1.9 % a un 1.6 por ciento.
En 2020, el PIB de la salud alcanzó su máxima contribución con el 6.5% a la economía mexicana, pero también fue el mayor crecimiento porcentual en la historia para el sector.
Sin embargo, el crecimiento se debió en gran parte al trabajo no remunerado que tuvieron que ejercer las familias para poder sacar a sus enfermos adelante principalmente durante la pandemia y los estragos de la Covid-19. En 2019, la contribución al PIB del TNRS pasó de 1.5 % a uno de 1.9 % en 2020, aunque bajó a una de 1.6 % en 2021, y pese a esta baja, la contribución del trabajo no remunerado continúa siendo la más alta con respecto a cualquier año antes de 2019, según muestran las cifras del Inegi.
Asimismo, la contribución de 2.5 % del sector público en los últimos dos años es la más alta desde que la mide de manera particular el Inegi.
El PIB de la salud de forma desagregada arrojó números de interés. El 22.1 % correspondió a los servicios hospitalarios; un 17.5%, a los consultorios médicos; los seguros médicos, o comercio relacionado con la salud, un 16.3 %, y la administración pública de la salud, un 5.6 %.
Asimismo, la fabricación de medicamentos y materiales de curación, aportó un 4.4 %, los impuestos netos a estos productos, un 3.7 %; los bienes conexos, un 3.2 %; los centros y residencias para el cuidado de la salud -que incluyen ambulancias, bancos de sangre, y laboratorios médicos- participaron con 1.7 %; y el 25.5 % restante fue la intervención del trabajo no remunerado.
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