En México, existe un mapa dinámico que señala dónde se pueden aplicar instrumentos agropecuarios e incentivos económicos y dónde no, porque hacerlo incrementaría la deforestación y la pérdida de biodiversidad. No usar este mapa, que ya está en posesión de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Social (Sader), es “una omisión legal por parte del gobierno federal”.
Este es uno de los ejemplos que dio hoy la reconocida bióloga Julia Carabias de por qué es necesario que la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), donde se hizo el mapa, continúe desempeñando sus funciones como lo hacía hasta antes de la actual administración.
Carabias fue una de los ponentes en el Seminario Universitario de Sociedad, Medio Ambiente e Instituciones de la UNAM (SUSMAI), que coordina Marisa Mazari y que se reunió para reflexionar sobre “el debilitamiento que se ha producido en las instituciones que atienden el medio ambiente, pero especialmente el caso de la Conabio”.
De acuerdo con la moderadora del encuentro, la ecóloga Irene Pisanti, el cuidado del medio ambiente es especialmente importante en estos tiempos en que una crisis climática sin precedentes se cierne sobre el planeta.
En el seminario se habló de los muchos logros de la Conabio, que empezó por recopilar y sistematizar la información sobre la diversidad biológica de México, y siguió por hacerla pública, disponible y accesible para cualquier persona.
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Además, con los corredores biológicos, por ejemplo, Conabio “demostró que es posible conservar la biodiversidad y promover la producción sostenible”, señaló el especialista en recursos naturales Salvador Anta; también se vio que se podían generar puentes de cobertura forestal entre áreas naturales protegidas, en este caso Sian Ka’an, Calakmul y Bala’an Ka’ax.
Anta también mencionó que Conabio demostró que la producción y las cadenas de valor de agaves mezcaleros, mieles silvestres, café, turismo de naturaleza y cacao pueden ser compatibles con el cuidado de la biodiversidad y se pueden hacer en beneficio de las comunidades y las cooperativas locales.
Sin embargo, la carencia de recursos y el paso de Conabio de organismo intersecretarial a “unidad responsable” en la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales le resta autonomía e independencia necesarias para que emita opiniones basadas “en la mejor ciencia posible y no en criterios políticos o que esté sujeta a decisiones que convengan a ciertos sectores”, dijo Carabias.
México declara en el artículo 4 de la Constitución el derecho a un medio ambiente sano, puntualizó el ecólogo Miguel Equihua, y en el 25 se señala que corresponde al Estado “la rectoría del desarrollo nacional para garantizar que éste sea integral y sustentable”.
Lograrlo, “no es cosa de buenos deseos, es cosa de tener conocimiento sobre temas que son complicados”, apuntó Jorge Soberón, quien fue el primer coordinador de Conabio.
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