De Paseo | Siena, un tesoro toscano con mucha historia

27 de Noviembre de 2024

De Paseo | Siena, un tesoro toscano con mucha historia

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Cada rincón es una obra de arte, su pasado es apasionante y la sopa sienesa de tomate, acompañada de galletas de almendra y merengues, te harán recordar para siempre esta hermosa ciudad

En la Edad Media y el Renacimiento, las ciudades de la Toscana italiana rivalizaban entre sí por influencia, prestigio y belleza. Dos de ellas sostuvieron una competencia particularmente intensa que incluso
desembocó en guerra: Florencia y Siena.

En 1260, el ejército florentino, integrado por 33 mil soldados, fue derrotado por los 20 mil efectivos sieneses en la batalla de Montaperti. La leyenda cuenta que el Podestá (primer magistrado) sienés caminó descalzo y con la cabeza descubierta hasta la catedral para ofrecer la ciudad a la virgen María. Y se dio el milagro: en la batalla murieron 15 mil florentinos y Siena se alzó con la victoria. Lo cierto es que el ejército de Florencia cometió muchos errores y además sufrió la traición de parte de sus hombres, quienes cambiaron de bando.

Durante el siglo XII, Siena se convirtió en un importante centro de préstamos de dinero. Este proto-sistema bancario inicialmente financió a mercaderes que comerciaban sus productos entre ciudades, y más tarde extendió sus servicios a reyes y papas. Esta tradición se reflejó en el establecimiento del banco más antiguo del mundo, el Monte dei Paschi di Siena (1472), el cual continúa operando hasta hoy.

En la época de esplendor de Siena (siglos XII y XIII), se construyeron los principales edificios de la ciudad, incluyendo la Catedral y la Piazza del Campo. Sin embargo, en 1348, la peste negra devastó Siena y a partir de entonces comenzó un largo periodo de decadencia que culminó en 1555, cuando Felipe II de España entregó la ciudad a Florencia.

El pasado está muy presente en Siena, y lo confirma Il Palio, una carrera de caballos que se celebra el 2 de julio y el 16 de agosto en la Piazza del Campo, con orígenes que se remontan al siglo XII. Esta vez te contamos sobre algunos lugares que realmente debes conocer.

Piazza del Campo

Es la plaza principal de Siena. Su aspecto se asemeja a un abanico formado por nueve triángulos que convergen en el Palazzo Pubblico.

Estos triángulos representan al “Gobierno de los Nueve”, ciudadanos elegidos por un periodo determinado, que lideraron la república entre 1292 y 1355.

Los edificios circundantes tienen alturas muy similares por los estatutos de la ciudad que prohibían que uno sobresaliera sobre los demás.

Estas construcciones del perímetro eran palacios de nobles prominentes, que ahora albergan pequeños cafés.

En 1346, se inauguró la Fonte Gaia (Fuente de la Alegría) frente al
Palazzo Pubblico.

Torre de Mangia

En la esquina izquierda del Palazzo Pubblico se ubica la Torre de Mangia, cuya construcción inició en 1325. La tradición señala que recibió este nombre por un campanero que comía todo el tiempo (mangiare significa “comer” en español). Mide 88 metros y es una de las torres antiguas más altas de Italia. Su tamaño es similar al del campanario de la Catedral, como símbolo de equilibrio entre el poder celestial y el terrenal.

Aunque la torre no sólo fue pensada como un símbolo del poder, sino que también se pretendía que fuera útil para los sieneses. Por ello, se construyó un reloj que data de 1360. Justo debajo de la torre, hay una capilla de mármol dedicada a la virgen María en agradecimiento por haber superado la peste negra que azotó la ciudad en 1348.

Palazzo Pubblico

Este edificio de ladrillo rojo y mármol fue construido entre 1297 y 1310 y desde entonces ha servido como sede del gobierno de la ciudad. La fachada consta de tres pisos y en la parte más alta se encuentra un disco con la abreviatura de Cristo (IHS). El interior del palacio guarda grandes tesoros de los artistas de la ciudad.

Dos salas merecen una visita obligada: la de los Nueve y la del Globo. La primera alberga un fresco de 1338 titulado “Alegoría y efectos del buen y el mal gobierno”. Estos frescos tenían el objetivo de inspirar el trabajo de los gobernantes, enseñando que los efectos de un buen gobierno se reflejan en la armonía ciudadana. La alegoría del mal gobierno representa la Tiranía, mostrada como un monstruo con colmillos, cuernos, ojos bizcos y pies con garras, mientras que el efecto del mal gobierno se plasma en una ciudad en ruinas.

La segunda sala, como la del Mapamundi o del Consejo, cuenta con varios frescos importantes, como el de la Majestad, las victorias de Siena sobre los florentinos, y pinturas de los santos nacidos en la ciudad, como santa Catalina.

Catedral de Santa María Asunta

El edificio es uno de los más bellos ejemplos de arquitectura románico-gótica. Su consagración fue en 1179 y tardó casi dos siglos en completarse. En 1339, en el apogeo de la ciudad, los sieneses quedaron asombrados al conocer la grandeza de la catedral de Florencia y aspiraron a superarla, pero ya era muy tarde, por lo que tuvieron que conformarse con este templo. La envidia es un pecado capital.

Esta obra arquitectónica está hecha de mármol blanco con incrustaciones de rojo de Siena y mármol verde. La fachada está ricamente adornada con esculturas, incluidos bustos de Platón y Aristóteles, entre otras de profetas y patriarcas. En el centro de la fachada se erigió un enorme rosetón para dejar pasar la luz.

Destacan tres pinturas que representan la vida de la virgen: la presentación de María a la izquierda, su coronación en el centro y la Natividad a la derecha.

Si el exterior es impresionante por la ornamentación, el interior es una verdadera sorpresa. Las columnas reproducen los colores blanco, rojo y verde de la fachada. El piso está extraordinariamente decorado con escenas religiosas y paganas. La cúpula, una obra de arte del siglo XIV, exhibe una decoración exuberante de un siglo posterior. Entre lo más destacado se encuentran seis símbolos que representan a los seis santos de la ciudad: Ansano, Savino, Crescenzio, Vittore, Caterina da Siena y Bernardino.

No te pierdas la subida al campanario desde donde podrás disfrutar una gran vista de la ciudad.

›Antes de dejar la ciudad, es aconsejable probar una sopa sienesa de tomate y comprar para el camino un paquete de ricciarelli, que son galletas de almendra y claras de huevo. Te garantizamos que disfrutarás de ambas.

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