Apenas cumplirá un mes fuera de prisión y se le observa, dicen, muy tranquilo y muy feliz. Quienes han visto al exgobernador Eugenio Hernández Flores por las calles de Tamaulipas cuentan que no se mueve con mucho personal de seguridad, más bien poco, y recibe un trato afable de la población.
Resulta que don Eugenio no tiene mucho apuro, porque aunque hay una solicitud de extradición en su contra, que pidió Estados Unidos, en realidad sus abogados están negociando en aquel país para poder resolverlo todo sin que su cliente pise allá la cárcel y, dicen los indiscretos, todo va por muy buen camino.