En Guanajuato, la violencia no para y esta vez, de nuevo, las víctimas fueron cinco jóvenes estudiantes, de entre 16 y 18 años, y una mujer adulta mayor.
El ataque ocurrió la noche del lunes en la comunidad de Barrón en Salamanca, Guanajuato, contra Pamela, Ruby, Estefanía, Eleuterio, Guadalupe y José Guadalupe, quienes tenían poco de haber salido de clases del bachillerato comunitario.
Juana, la señora de 65 años iba camino a la iglesia. El ataque fue justo en la calle principal, cerca de una primaria y un jardín de niños. Simplemente platicaban, aseguraron testigos.
Al lugar, a bordo de motocicletas y
vehículos, alrededor de las 20:00 horas, llegaron civiles armados, y comenzaron a dispararles. Los seis murieron, y los asesinos huyeron.Hoy sólo están las cruces y las calles desiertas.
Esta comunidad se ubica al norte de Salamanca, donde en octubre pasado asumió la alcaldía el morenista César Prieto, quien comentó: “Lamento informarles que hace unas horas en la comunidad de Barrón seis personas perdieron la vida en un ataque armado”.
No hay más datos. Lo que todos confirman, autoridades y medios locales, es que no hay un solo detenido, y tampoco un despliegue, de policía o Guardia Nacional, buscando a los responsables, sólo vigilan la comunidad.
Salamanca hay menos de 300 mil habitantes, que hace algunos años mantenía un crecimiento económico constante, gracias a su ubicación, en uno de los corredores industriales más importantes del Bajío.
Pero es donde el año pasado, en septiembre, dos empresarios fueron asesinados con un explosivo; donde las extorsiones, robos, lesiones y violencia intrafamiliar, se reportan entre los más altos de la entidad. Es Salamanca, junto con León, Celaya e Irapuato, los municipios que concentran la mayor violencia criminal.
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