Si en un periodo de tres años se comprueba ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) que las marcas “AMLO” y “Andrés Manuel López Obrador” no están siendo explotadas para los fines comerciales y de servicios para los cuales el presidente las registró, podría perderlas por desuso como causa de caducidad.
“Una de las causales de caducidad, de pérdida de derecho, si no se declara el uso después de tres años de otorgada la marca y se declara ante el IMPI que se está usando bajo protesta de decir verdad, es una causa para que, si no se hace, se pierda. La falta de explotación o el uso del nombre de la marca puede causar la pérdida del derecho”, sostuvo la abogada Emilia Pinchetti, encargada del área de Propiedad Industrial en el despacho DeForest.
El dato. El Presidente tendrá derechos sobre artículos o servicios publicitarios con su nombre, actividades comerciales, culturales o deportivas.
En entrevista con ejecentral, la experta en propiedad intelectual señaló que llama la atención el hecho de que el mandatario, así como su esposa, Beatriz Gutiérrez Müller, hayan registrado sus nombres y sus siglas en este momento en el que aparentemente no están realizando funciones o desempeñándose en la explotación o comercialización de productos y/o servicios.
El registro de la marca, “no lo veo tan factible en este momento que está ejerciendo funciones como primer mandatario; tanto como que después si él (el Presidente) va a sacar productos, o en las actividades culturales se van a ostentar a prestar un servicio o para el fomento a la cultura con el nombre ‘Andrés Manuel López Obrador’, para actividades comerciales”, resaltó la especialista.
El Presidente solicitó y obtuvo el registro de su nombre y de las siglas “AMLO” en las clases 35 y 41, la primera de ellas tiene que ver con todo lo referente a los servicios de gestión de negocios, comerciales, la publicidad, y el aspecto comercial; en tanto que la segunda clase contempla todo lo que tiene que ver con servicios o actividades educativas, culturales, deportivas o de entretenimiento.
“La marca se sujeta a la clase, es decir a la actividad donde se va a explotar, la marca protege en el servicio o productos donde se ampare el nombre. Se limita, el hecho de que ahora él lo tenga como marca, pero no impide que se siga utilizando porque es una figura pública, y no se está utilizando para comercializar algún producto o se están prestando un servicios cultural o deportivo con su nombre”, refirió la abogada Pinchetti, quien reconoció que cabe la posibilidad de que terceros, por ejemplo, los hijos del Presidente exploten la marca bajo la licencia del mandatario.
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