La Marcha del Orgullo LGBT no sería lo que es hoy de no ser por un grupo de valientes que decidieron dejar las sombras y apropiarse de los insultos con los que la prensa y la policía perseguía a los homosexuales, travestis y lesbianas de finales de los 70 y principios de los 80 del siglo pasado.
Ellos fueron 30 valientes que se escudaron tras una manta que tenía escrita la palabra homosexual y eso asustó a los contingentes del Partido Comunista que se alejaron de los valientes que marcharon por el Paseo de la Reforma desde el Museo de Antropología e Historia hasta la Plaza de las Tres Culturas. Eso pasó el 26 de julio de 1978, aniversario de la Revolución cubana.
Los valientes que salieron del clóset se denominaron Frente Homosexual de Acción Revolucionaria (FHAR), asociación que se disolvió tras muchas discusiones en 1981.
Después, el FHAR participó en la marcha del décimo aniversario de los sucesos de Tlatelolco. Y fue hasta 1979 fue que decidieron salir solos en la primera marcha del Orgullo Homosexual, el 17 de junio, donde asistieron unas siete mil personas.
Un movimiento de izquierda
De acuerdo con Juan Jacobo Hernández, uno de los fundadores del Frente Homosexual de Acción Revolucionaria (FHAR), la primera marcha fue en seguimiento de los sucesos de Stonewall, donde las vestidas iniciaron el proceso de liberación de la persecución a la que eran sometidos.
Dentro del FHAR, habían de todas las facciones políticas de las que se puedan contar, incluyendo un grupo llamado Mariposas Negras, un grupo anarquista, que jugó con la “maldición” que llevan estos insectos para luchar por el movimiento homosexual.
Samuel Schmidt recordó que las Mariposas lo invitaron a participar en las primeras marchas, hasta que le dijeron que tenía que bailar para mostrar su apoyo a la comunidad homosexual. Ahí fue cuando dijo que no.
De hecho, fueron “las jotas” como las llamaban en la prensa de entonces, las que encabezaron el movimiento saliendo de las sombras, de la humillación pública de los periódicos como el Alarma que se aliaban con la policía para exhibir las redadas en diferentes locales capitalinos.
Este hecho provocó la discriminación entre diferentes “facciones” dentro de la comunidad, ya que los intelectuales que salieron del closet a defender los derechos humanos de la comunidad.
Las fracturas del movimiento
Desde el inicio de los tiempos hippies, el caldo de cultivo ideal para la liberación sexual, hay fracturas en el movimiento de liberación, ya que el FHAR consideraba la radicalización de la crítica y que todos debían ser locas, cuyo aspecto de obrero travesti retador y demoledor debía ser la norma, como indicó el politólogo Roberto Rueda.
Mientras que Lambda, otro de los grupos fundadores del movimiento, pensaba que no hay una forma de ser parte de la comunidad.
Este es un debate que nos acompaña hasta la marcha de hoy, 23 de junio, en donde miles de personas muestran la diversidad del movimiento encabezados por lesbianas, fundadoras de la diversidad en 1975.
La 44° marcha del orgullo
De acuerdo con las autoridades capitalinas en la edición 44 de la Marcha del Orgullo se espera que asistan 300 mil personas este año y 140 carros alegóricos. Lo que ha inundado la línea uno del metro, las calles de la “Zona Rosa” y aledañas a Reforma y el Centro Histórico de gente que va a festejar.
BG
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