De consultas a encuestas en redes sociales

7 de Noviembre de 2024

Eduardo Penafiel

De consultas a encuestas en redes sociales

eduardo peñafiel

Mientras las famosas consultas ciudadanas pierden fuerza y credibilidad debido a su deficiente ejecución y cuestionables resultados, las encuestas en las redes sociales crecen en popularidad pero generan aún más controversia porque al parecer, cada quién decide de qué forma utilizar la información o simplemente descartara en caso de obtener los resultados esperados.

La encuesta más reciente realizada por una secretaría de estado fue la del pasado 25 de Marzo, en donde la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana publicó en Twitter una encuesta con la siguiente pregunta: ¿El uso de la marihuana para fines recreativos debería ser? La encuesta contaba con 2 opciones, legal o ilegal y en el tiempo que estuvo activa, recibió 86,996 votos.

Lo que siempre se critica de este tipo de encuestas es lo fácil que resulta manipular los resultados a través de bots o votos que provienen de cuentas falsas, generalmente manejadas por empresas dedicadas a crear y vender usuarios inexistentes para promover un mensaje político o para inferir en los resultados de estas encuestas.

El problema es diferenciar los votos reales y honestos con aquellos que son generados por los famosos bots. Esta situación pone en riesgo la credibilidad y fiabilidad de este tipo de encuestas para las empresas, marcas, personalidades y figuras del gobierno que las ejecutan. Si no me creen, pregúntenle a Epigmenio Ibarra que tras lanzar una encuesta preguntando la opinión de las personas acerca de los primeros 100 días del Presidente Andrés Manuel López Obrador, cuando los resultados no favorecieron su intención, se dedicó a descalificar a la red social diciendo entre otras cosas que “hubo una operación masiva para alterar los resultados”.

Pero con todo y la controversia que se genera con estas encuestas, el nuevo gobierno parece estar muy a favor de preguntarle a la gente lo que opina. En principio eso no tiene nada de malo, lo grave está en las implicaciones que esto podría tener si los resultados se utilizan para la toma de decisiones. Una cosa es preguntar si estás a favor o en contra de una causa a manera de ejercicio de opinión y otra es preguntar cosas como “¿Cuál crees debería ser el porcentaje mínimo de votación para q un partido político se mantenga a nivel nacional?”, tal como lo hizo Tatiana Clouthier desde su cuenta de Twitter, dando como opciones 20%, 11% y 69%.

¿Qué pasaría si en un par de meses la Diputada Federal decide plantear una iniciativa para obligar a los partidos a cumplir con un 69% de porcentaje para mantener su registro? ¿La encuesta tendría validez y serviría como evidencia para apoyar esta iniciativa? Este es sólo un ejemplo de lo peligroso que resultan estas encuestas en donde quién las hace, puede decidir usar la información a su favor o aplicarla para distintos fines o simplemente descartarlas cuando la respuesta no es la deseada.

Pero no todo es culpa de las instituciones y los gobernantes que crean estas consultas o encuestas, también es culpa nuestra por dejarnos enganchar y regalarles una opinión que muchas veces no deberíamos de dar. No estoy diciendo que nos quedemos callados y no participemos activamente en temas de sociedad y gobierno pero vale la pena analizar muy bien y averiguar quién pregunta, evitando contestar por impulso y arrepentirnos poco después de participar.

Hoy más que nunca debemos seleccionar muy bien nuestras batallas, pero sobretodo entender y tener claro en qué nos estamos metiendo o involucrando.

No debemos malacostumbrar a este gobierno a salirse con la suya con su ya trillada frase “que el pueblo decida”, porque en una de esas estas encuestas en redes sociales que se ven tan inocentes, podrían jugar en nuestra contra si el presidente así lo decide en una de sus conferencias mañaneras.

Lo digo porque hoy parece que las palabras de nuestro presidente valen más que cualquier ley.