Un estudiante de Texas que denunció discriminación al impedírsele entrar al salón de clases por llevar rastas, sufrió un revés cuando un juez local respaldó la decisión de su escuela.
“Empecé a usar rastas por una razón, y es para sentirme más cerca de mi gente, de mis ancestros. Es lo que soy”, dijo Darryl George, un afroamericano de 18 años, en una conferencia de prensa antes del inicio de una audiencia en una corte local en el condado de Chambers, en las afueras de Houston, sur de Estados Unidos.
Desde hace medio año,
George
no puede entrar a las aulas en la escuela pública Barbers Hill, cuyas reglas establecen que el cabello de los estudiantes varones no puede extenderse más allá de las cejas o los lóbulos de las orejas.
Según la escuela, el estudiante rompe la regla y desde entonces ha permanecido suspendido en una sala o ha asistido a un programa disciplinario.
“Estoy molesto, muy molesto. A lo largo de todos estos años y toda la lucha por la historia negra que ya hemos hecho, todavía tenemos que hacer esto una, y otra, y otra vez. Es, ridículo”, aseguró.
Su madre, Darresha George, explicó que esa es la única escuela que tienen en su distrito.
Darryl George y su odisea
El joven
Darryl
actualmente amarra sus cabellos, pero la sanción no ha cambiado. Sus abogados aseguran que el estudiante está protegido por la ley CROWN, que considera ilegal la discriminación en trabajos y escuelas por la forma de llevar el cabello asociada con la raza, ya sea por la textura natural del mismo o por el uso de peinados que protegen su cabellera.
Llevaron el caso a la justicia y han demandado incluso al estado de Texas. Pero este jueves, un juez local determinó que esta ley no aborda el tema de la extensión del cabello y que su labor como magistrado no es reescribirla, según reportaron de medios locales.
La ley CROWN se aplica en varios estados del país y está vigente en Texas desde septiembre de 2023, tras una larga lucha de activistas ante un tipo de discriminación que, explican, data desde épocas de la esclavitud.
En 2020, un juez ya había determinado que las normativas de esta escuela sobre el cabello fueron discriminatorias contra otros dos estudiantes.
Las autoridades de Barbers Hill niegan discriminación y han dicho que, por cuestiones religiosas, han otorgado excepciones para que alumnos afroamericanos puedan llevar el cabello largo.
Allie Booker, abogada de George, adelantó a la prensa que apelarán ante un tribunal federal.
La activista Candice Matthews, portavoz de la familia George, contó que Darryl salió llorando de la audiencia el jueves. "¿No puedo tener educación por culpa de mi cabello?”, narró. Matthews aseguró que no permitirán “ninguna forma de racismo”. AGV
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