Una corte federal de Estados Unidos condenó este jueves al policía blanco Derek Chauvin a más de 20 años de prisión por haber asfixiado con la rodilla al afroestadounidense George Floyd en mayo de 2020.
El expolicía de 46 años ya fue condenado a 22 años y medio de cárcel por un tribunal del estado de Minnesota, pero apeló la sentencia.
La pena federal por “violación de los derechos cívicos” del afroestadounidense es definitiva porque deriva de su aceptación de culpabilidad.
“Realmente no sé por qué ha hecho lo que ha hecho”, dijo el juez de la corte federal de distrito Paul Magnuson al pronunciar la sentencia.
“Pero poner la rodilla en el cuello de otra persona hasta que muera está mal” y “debes ser castigado sustancialmente”, afirmó.
Durante una breve intervención, Derek Chauvin deseó a los hijos de George Floyd “triunfar en la vida”, pero no se disculpó ni expresó remordimiento.
Su madre, Carolyn Pawlenty, aseguró que él no era un racista despiadado y añadió que “todas las vidas importan, sea cual sea su color de piel”, parafraseando el lema Black Lives Matter (las vidas de los negros importan).
El hermano del fallecido Philonise Floyd reclamó “la pena máxima” para Derek Chauvin y contó que desde la tragedia no consigue dormir. CJG
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